Sevilla

La Policía no halló armas en la casa del detenido en Sevilla por yihadismo

El menor detenido por yihadismo en Montellano llevaba dos años en el pueblo y en el seno de una familia completamente "integrada"

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La casa en la que vivía el menor.

La casa en la que vivía el menor.

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  • El Ministerio del Interior aclara que la operación no se inició tras la denuncia de la madre del menor
  • El alcalde de la localidad destaca el impacto que ha causado la noticia en el municipios
  • Muchos compañeros del instituto han decidido no acudir a clase a pesar de los llamamientos a la calma

La Policía no ha encontrado armas de ningún tipo en el registro de la vivienda en Montellano (Sevilla) del joven de 17 años detenido por su presunta relación con el terrorismo yihadista.

Según ha informado el Ministerio del Interior a través de la Subdelegación del Gobierno en Sevilla, no se han facilitado, de momento, datos sobre el material incautado en el registro de la vivienda, "pero sí se puede descartar la existencia de armas", sin concretar si entre ellas se incluirían explosivos o material para fabricarlo.

Interior ha aclarado además que la investigación no se inició por una denuncia de la madre del detenido y ha añadido que se trata de una operación policial dirigida por la Audiencia Nacional que sigue abierta, "por lo que no se van a facilitar más datos".

El joven detenido pasará este martes ante el juez de menores de la Audiencia Nacional y llevaba en Montellano dos años en la localidad con su madre y una hermana de diez años, y eran una familia integrada en este municipio de unos 7.000 habitantes.

El alcalde, Curro Gil, ha explicado en rueda de prensa que la detención ha causado un gran impacto en este municipio, aunque en el Ayuntamiento no tienen mucha más información que la petición a la Policía Local en la tarde de ayer de que cortase al tráfico varias calles del centro para facilitar el trabajo policial.

Gil ha subrayado que “aparte de los bulos que hay en el pueblo”, al Ayuntamiento, a través de la Subdelegación del Gobierno, se le ha informado de que se trata de una operación coordinada desde la Audiencia Nacional.

Ha concretado que cuando se inició el dispositivo, al ser en la calle Cuesta Bernardo, en pleno centro, “los vecinos estaban en los distintos bares, en los distintos espacios que tenemos en el centro”, y en pocos minutos, a través de las redes sociales, se fue haciendo eco la población.

Según ha expuesto, se trata de una familia de refugiados sirios, y la madre se gana la vida como costurera, mientras que los menores están escolarizados y en ningún momento hubo indicio alguno que alertase de que el detenido podría estar preparando algo ilegal.

“Este es un pueblo muy acogedor, sin problemas ni de xenofobia ni de racismo”, ha apostillado el alcalde, que ha destacado la preocupación entre los padres de alumnos del instituto de la localidad, hasta el punto de que muchos han decidido que no acudan a clase, aunque desde la plataforma Ipasen se pidió a primera hora que se asistiese como cualquier día.

Vecinos de la localidad han explicado a EFE que la preocupación de los padres se basa en que el joven había enviado un mensaje de WhatsApp a algunos compañeros con el texto “mañana -por hoy- es el gran día”, y decidieron no llevarlos a clase ante el temor de que pasara algo en el centro educativo, incluso antes de saber que había sido detenido.

Su madre había alquilado hacía unos dos meses la casa en la que viven, en Cuesta Bernardo -conocida en el pueblo como Pecho Bernardo- aunque el joven vivía entre Badajoz (con su padre) y Montellano, mientras que la madre gestiona un taller de costura, ‘Sana Modas’, cerca de su casa.

"Es una buena mujer, buena costurera, y toma café con nosotras todas las tardes", explicaba una vecina a EFE cerca de su casa.

En la planta baja de la vivienda vive la propietaria del inmueble, que ha preferido no hacer declaraciones sobre este asunto.

El detenido, además de en las clases de Secundaria, participaba en un taller denominado ‘Proyecto Ribete’, un complemento educativo para los jóvenes de la localidad, donde habría protagonizado un episodio violento que no fue a más.

No obstante, su madre vio cómo tenía en su teléfono móvil unos mensajes sospechosos, y decidió avisar a la Guardia Civil tras no tener una explicación plausible sobre esos mensajes, en los que estaría contando a sus compañeros de clases cómo fabricar explosivos, han indicado fuentes de la investigación.

La operación para su detención se ha desarrollado durante la noche del domingo y la madrugada de este lunes, por un dispositivo formado por una treintena de agentes de la Comisaría General de Información.

El menor ha sido conducido a la Audiencia Nacional en un vehículo camuflado, mientras que su madre, en otro coche distinto, le ha acompañado al ser menor de edad el detenido.

Una hermana del detenido ha sido acogida por una amiga de la madre y la han llevado al colegio con normalidad, con el fin de que este suceso la afecte lo menos posible.

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