La
Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente de Sevilla ha
rechazado la petición de la Asociación en Defensa del Patrimonio (
Adepa) de realizar una
inspección a las obras de rehabilitación de las Reales Atarazanas, argumentando que
"no procede", despues de que la asociación conservacionista, tras reunirse con un técnico de ese organismo, haya considerado que
los trabajos han sido sometidos a una modificación y que
no cuenta con los
preceptivos informes de la Gerencia ni de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.
El
portavoz de Adepa, Joaquín Egea, ha considerado que el quid de la cuestión reside en que tras comenzar las obras en febrero de 2022, promovidas por La Caixa como gestora de este monumento propiedad de la Junta,
desde septiembre de 2023 pesaría un "reformado" del proyecto pactado entre las autoridades y el colectivo para desjudicializar el conflicto derivado del diseño inicial.
Las modificaciones del proyecto, según asegura,
no contarían con los preceptivos informes de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento ni de la
Comisión de Patrimonio Histórico, adscrita a la Consejería de Turismo y Cultura. Según Egea, un documento reformado del diseño original que
necesitaría "una nueva licencia" de obras con todos los parabienes asociados a dicha figura.
En el
encuentro de los activistas de Adepa con el
técnico de la Gerencia de Urbanismo, según Egea, habría quedado de relieve, según ha insistido, que
no consta "licencia, dictamen de Patrimonio o informe técnico" sobre las reformas detectadas en el proyecto, por lo que el colectivo ha resuelto
solicitar que el servicio de Inspección de la Gerencia visite el monumento, para averiguar si hay obras en marcha que respondan a las modificaciones supuestamente introducidas.
En caso afirmativo, ha precisado que correspondería
dirimir entre una suspensión completa de las obras, cuya finalización estaría prevista para junio,
o una paralización ceñida exclusivamente a trabajos derivados del mencionado "
reformado de proyecto" cuya existencia asegura Adepa.
Sin embargo, desde la Gerencia de Urbanismo se ha señalado que "
no procede hacer inspección de la obra, ya que cuenta con licencia", además de que "se trata de una obra que está en un
edificio de la Junta, que a través de su Delegación de
Cultura tiene el control y tutela del patrimonio y de esta obra".
Igualmente, Urbanismo precisa que se trata de una
obra con actividad arqueológica, por lo que tiene
"vigilancia continua por los técnicos de la Consejeria y sus arqueólogos".
Proyecto de restauración
Recientemente, Egea evaluaba la situación del proyecto de
restauración de este monumento, formado por restos de la antigua muralla almohade, siete naves de las atarazanas medievales del siglo XIII, restos del apostadero de la Carrera de Indias de los siglos XVI y XVII y edificaciones de la Real Maestranza de Artillería pertenecientes a los siglos XVIII, XIX y XX.
Las obras comenzaron en febrero de 2022, hace ya casi dos años, después de que a finales de diciembre de 2017, la Junta como titular del monumento, la Fundación La Caixa como concesionaria de su explotación y Adepa firmasen un
acuerdo destinado a resolver la entonces enquistada situación del proyecto.
Y es que aunque el diseño inicial de la actuación, obra del arquitecto hispalense
Guillermo Vázquez Consuegra, había sido aprobado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico; un
juzgado suspendió provisionalmente la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento
tras impugnarla Adepa por lo Contencioso Administrativo.
Para Adepa, aquel proyecto original suponía un
"crimen patrimonial" al no recuperar la cota original del monumento y contemplar "la reforma de dos cuerpos edificados sobre las naves dos y cuatro,
modificando sus cubiertas, cerramientos y distribución interior", con la instalación de "varias escaleras mecánicas y un nuevo forjado", entre otros aspectos.
No obstante, la prolongada y ardua negociación entablada entre Adepa y a Consejería de Cultura para alcanzar un
acuerdo extrajudicial acabó dando su fruto, con un principio de acuerdo para lograr una salida negociada, extremo finalmente plasmado en el
convenio de diciembre de 2017, mediante el cual se desjudicializaba el asunto.
El acuerdo implicaba una
remodelación del diseño original de Vázquez Consuegra, mediante las aportaciones y recomendaciones de un grupo de trabajo formado por varios miembros de Adepa y técnicos de la consejería de Cultura.
Entre otros aspectos, incluiría la
renuncia a las medidas inicialmente previstas para
reforzar la cimentación, especialmente a los
micropilonos de hormigón, los
encepados de hormigón o los
taladros en los pilares; la inclusión de
excavaciones arqueológicas en las naves seis y siete del monumento
hasta el nivel original del mismo, así como la
excavación y recuperación de los vestigios de la antigua muralla almohade o la
supresión de la escalera metálica prevista al final de la nave cuatro.
Ya en
octubre de 2021, la
Comisión Provincial de Patrimonio Histórico daba su
visto bueno a la reforma del proyecto original, tras haber solicitado antes la introducción de diferentes aspectos en el nuevo documento técnico fruto del acuerdo de diciembre de 2017.
Entre las "consideraciones" de la Comisión figuraban por ejemplo la idea de que se "contemple la posibilidad de
excavar la zona anexa al Postigo del Aceite", "
retirar los tubos de inyección de los refuerzos y recalces bajo la cimentación de las pilastras" y "contemplar la posibilidad de
prescindir o no" de la "nueva escalera diseñada para permitir el acceso a la zona excavada", como consecuencia de "su ubicación junto a los
restos excavados de las pescaderías" y otros posibles vestigios que "emerjan".
Las obras "no tienen nada que ver"
Pero a día de hoy, según Joaquín Egea, el transcurso de las obras, promovidas unos
20 millones de euros cofinanciados entre la Junta como titular del monumento y la Fundación La Caixa como adjudicataria de su gestión y que aportaría inicialmente unos once millones de euros para las actuaciones;
"no tiene nada que ver" con lo firmado en diciembre de 2017.
En ese sentido, señalaba principalmente las
fisuras o grietas detectadas en el Hospital de la Caridad desde el inicio de las obras de las Atarazanas, la
limitación de las excavaciones arqueológicas a una sola de las dos naves inicialmente previstas y la
reducción de la profundidad de la excavación, de los 4,5 metros iniciales a 2,4 metros.
A su entender, estas situaciones y las
infografías que muestran "
veladores dentro de las Atarazanas, convertidas en un gran bar"; deberían haber contado con "una gran
repercusión", pero "
las fuerzas económicas siguen mandando en la ciudad". La Junta de Andalucía, por cierto, aprobaba recientemente una flexibilización administrativa para
agilizar una ayuda excepcional de 1,5 millones de euros concedida por la Administración andaluza a la Fundación La Caixa, para cubrir el
"sobrecoste" surgido en la ejecución del proyecto de rehabilitación de las Reales Atarazanas.
Egea c
riticaba así que las "fuerzas políticas y la ciudad callen" ante la evolución del proyecto, lamentando la ausencia de respuestas a las preguntas de Adepa sobre si ha pesado alguna "reforma o no" respecto al proyecto definitivo consensuado con los conservacionistas y autorizado por la Comisión Provincial de Patrimonio en 2021.