Será en la primera quincena de febrero cuando cada grupo municipal tomará “la postura que tenga que tomar” con respecto al presupuesto que el Gobierno local elabora para 2024 y que, por ahora, no tiene el respaldo de ningún grupo de la oposición y sólo tiene enmiendas parciales, pero sin visos de salir adelante, de uno de los partidos que conforman la coalición de Con Podemos-IU.
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha apuntado esta mañana que la previsión que tiene el Gobierno municipal es convocar un pleno extraordinario para debatir los presupuestos de 2024 en la primera quincena de febrero y que “cada grupo tome la postura que tenga que tomar”, después de que el trámite de presentación de enmiendas parciales haya finalizado sin que PSOE y Vox hayan presentado ninguna y con el cisma en Con Podemos-IU tras presentar la portavoz, Susana Hornillo, enmiendas sin el respaldo del resto de partidos de la confluencia, que optaban por no presentarlas y plantear una enmienda a la totalidad.
Con el Gobierno local insistiendo en que hay contactos entre el equipo de la Delegación de Hacienda con los miembros de la oposición, en especial con la portavoz adjunta del PSOE, Sonia Gaya, “porque hablan”, Sanz ha asegurado que aún no ha concretado ninguna reunión con el portavoz de los socialistas, Antonio Muñoz, a pesar de que un día antes había declarado que se pondría en contacto con ellos para cerrarla para “el viernes o el lunes”.
Sin que los grupos de la oposición presentarán propuestas como el equipo de Gobierno local esperaba, José Luis Sanz se ha cuidado de pedir otra vez a los grupos su abstención, aunque no apoyen el texto, para permitir que Sevilla pueda tener su presupuesto y no se mantenga prorrogado como, de facto, ocurre desde el 1 de enero de este año.
La ausencia de mayoría absoluta obliga a Sanz a alcanzar un acuerdo con alguno de los grupos de la oposición, incluso para amarrar esa hipotética abstención. Su socio “natural”, que sería Vox, no ha presentado propuesta alguna al entender no sólo que no le cuadran las cuentas sino que no se contempla ninguna de las mociones suyas que se han aprobado en Pleno y se mantienen gastos superfluos y duplicados; mientras que los populares insisten en que los de Abascal están enrocados en pedir entrar a formar parte del Gobierno local, algo a lo que se niegan.
Los socialistas, que sí permitieron que salieran adelante las ordenanzas fiscales para 2024, no se han negado a negociar pero rechazan las cuentas “ficticias” que les han presentado e insisten en que no pueden esperar nada de un Gobierno “que dice que quiere un Presupuesto para hacer en Sevilla todo lo contrario del modelo de ciudad del PSOE”. Aunque insisten en que quieren ejercer una “oposición responsable”, el revisionismo agresivo del gobierno de Sanz contra muchos de los proyectos de la etapa de Espadas-Muñoz en la Alcaldía dificultan esa abstención que el popular les reclamaba el jueves.
Por su parte, la presentación de enmiendas parciales, además de las líneas rojas, de la portavoz de Con Podemos-IU sin el consenso con el resto de fuerzas que forman parte de la confluencia, ha abierto un https://vivasevilla.es/sevilla-economia/1499754/las-lineas-rojas-de-podemos-abren-un-cisma-con-iu/en la coalición que ya apunta directamente a un voto negativo a las cuentas del PP. El alcance de la crisis, con el telón de fondo de la escisión de Podemos y Sumar en el Congreso, se verá en pocos días, en el próximo pleno ordinario de este mes, si la fractura es tan profunda como para romper el grupo municipal o revivir la división interna que ya tuvo Adelante Sevilla, la marca con la que la confluencia se presentó en la ciudad, en el anterior mandato.
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