La dehesa de Tablada, los humedales de Sevilla Este, los terrenos del Cortijo del Cuarto, las Riberas del Guadaíra o la Isla de Tercia son los grandes espacios verdes de la capital de Sevilla. Su biodiversidad y potencialidad chocan con años de desprotección y nuevas amenazas a los que numerosas asociaciones, colectivos ecologistas y entidades vecinales quieren hacer frente propiciando un amplio debate sobre su futuro. Y han encontrado un referente en el que mirarse, el Anillo Verde de Vitoria Gasteiz.
Esta experiencia centró la primera de las jornadas que a lo largo de este mes de octubre analizan públicamente la importancia del Anillo Verde de Sevilla y que defienden numerosas colectivos, debate ciudadano que coordina la Red Sevilla por el Clima con la colaboración de entidades, expertos y científicos. El jefe de la Unidad del Anillo Verde y Biodiversidad del Ayuntamiento de Vitoria Gasteiz, Fernando de Juana, fue quien explicó la experiencia de la capital vasca, que, a la postre, se ha convertido en el “gran referente para la protección ambiental del entorno metropolitano”.
El proyecto desarrollado en Vitoria Gasteiz desde 1993 conforma un gran cinturón verde de 833 hectáreas y 90 kilómetros de itinerarios peatonales y ciclistas que une todos los grandes espacios naturales periurbanos, que le valieron para ser designada en 2012 Capital Verde Europea.
Para De Juana, el anillo fue “una oportunidad para recuperar espacios degradados que rodean la ciudad mediante su reforestación, restauración hídrica y habilitación de caminos y senderos que interconectan espacios verdes y zonas boscosas para usos recreativos y actividades en la naturaleza”, recoge la organización de las jornadas, que destacan el establecimiento de una zona de seguridad que amortigua las inundaciones cuando la red hídrica circundante transporta volúmenes torrenciales de agua.
Con gran demanda de uso público, el proyecto además contó con un gran consenso de todas las fuerzas políticas y sociales vascas, que han apoyado unánimemente esta iniciativa desde que se empezó a fraguar en los años 90 hasta hoy.
Años de retraso y abandono en Sevilla
En contraste a este respaldo, el ecólogo y profesor universitario Fernando Sancho puso en evidencia las “persistentes dificultades de Sevilla” para poner en funcionamiento este tipo de proyectos verdes y la pérdida creciente de lo rural en el entorno de nuestra ciudad, mientras que el investigador del CSIC Carlos Camacho defendió la biodiversidad específica adaptada que detentan los medios urbanos y el gran potencial que un anillo verde tiene para aumentar la cantidad y variedad de especies naturales de la ciudad.
Así, el proyecto del anillo verde metropolitano de Sevilla “arrastra varios años de retrasos sin que se haya iniciado su ejecución y existen una serie de espacios verdes metropolitanos estratégicos que mantienen una situación de amenaza sobre su futuro y sobre los que no se ha realizado la adecuada intervención pública para su protección y puesta en valor”, como son la dehesa de Tablada, los humedales de Sevilla Este, los terrenos del Cortijo del Cuarto, las Riberas del Guadaíra o la Isla de Tercia.
Por su parte, las entidades Ni un árbol menos, Huerto del Rey Moro y Pulmón Verde Arrayán, la Fundación SAVIA, Jardines de la Oliva y Ben Basso expusieron los proyectos en los que están comprometidos, del que la organización extrae varias conclusiones, como es la “problemática y pérdida del arbolado en nuestra ciudad, las conquistas vecinales de espacios verdes para el barrio, la riqueza patrimonial arquitectónica con problemas de conservación en varias zonas de la ciudad, el enorme presente y futuro de la agricultura y el consumo ecológico que podría acoger el futuro anillo verde y la perseverancia en las reivindicaciones de conservación de distintos parques sevillanos".
Las mesas de debate de estas Jornadas del Anillo Verde de Sevilla continuarán los días 10, 19 y 26 de octubre.
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