Sevilla

Tres millones de naranjas serán recogidas hasta febrero de los árboles de Sevilla

Parques y Jardines comienza la campaña, barrio a barrio, de recogida de la fruta en los más de 40.000 naranjos que existen en la ciudad

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La caída de la naranja es un problema de limpieza que, en esta época del año, supone una amenaza para las calles de la capital hispalense. Son más de 40.000 naranjos los que viven en Sevilla, lo que supone una producción de aproximadamente tres millones de piezas de esta fruta.

La recogida de este fruto es competencia del Servicio Municipal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla y, precisamente, a finales de diciembre arrancaba ya la campaña 2022-2023.

Durante las últimas semanas, enmarcadas en la primera fase de la iniciativa, se ha centrado en los naranjos ubicados en los recorridos de las distintas cabalgatas de Reyes Magos. Una fase que se ha desarrollado en horario nocturno para generar los menores problemas al tráfico.

La campaña se generaliza ahora a toda la ciudad y concluirá a finales de febrero. Un momento al parecer "perfecto" teniendo en cuenta que es la época del año en la que la fruta está madura, es fácil de desprender de sus ramas y, así, no se causa daño al árbol. 

Las labores de recogida cuentan con una planificación por barrios, primero grandes avenidas y después calles interiores.

Para el desarrollo de la campaña, junto con los medios propios de Parques y Jardines y de las empresas adjudicatarias de los contratos de conservación y mantenimiento del arbolado y las zonas verdes de la ciudad, el Ayuntamiento cuenta con un contrato específico para atender nuevas zonas y complementar los trabajos que se realizan con un presupuesto de más de 190.000 euros, lo que supone el doble que el pasado año.

¿A dónde va la naranja recogida?

La naranja amarga recogida en el viario y los parques y jardines van a vertederos autorizados y de gestión controlada para destinarlos a la fabricación de compost y cosméticos. Otra gran parte es destinada a explotaciones ganaderas para la alimentación de ganado caprino.

Por último, como iniciativa municipal, un porcentaje de naranjas van a la planta El Copero de la empresa metropolitana de aguas Emasesa para la fabricación de compost o a la generación de electricidad a partir del gas generado.

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