El colectivo de vecinos afectados por los episodios de hedor que desde hace años sufre la barriada Guadalquivir de Coria del Río, pesando en ello la gasolinera de Zamarrilla Inversiones S.L. enclavada en dicha zona, ha dado cuenta de una reciente reunión de la comisión conformada entre dichos residentes y el Distrito Sanitario Aljarafe Sevilla Norte, fruto de la cual los afectados ven más cerca las "soluciones adecuadas" en el ámbito sanitario.
Mientras el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de Coria sigue indagando un presunto delito contra el medio ambiente y los recursos naturales con afección grave a la salud de las personas a cuenta de estos episodios de hedor, llamando a declarar como investigadas a no pocas personas entre las que figura el propio alcalde del municipio, Modesto González, o el propio secretario del Ayuntamiento; en dicha reunión habría participado la delegada territorial de la Consejería de Salud, Regina Serrano, al frente de la delegación movilizada por su departamento.
El resultado del encuentro, según los vecinos, "hace pensar que es posible ir adoptando soluciones adecuadas para el grave problema que sufre la barriada" a cuenta de los escapes o vertidos contaminantes de hidrocarburos derivados de la citada estación de servicio.
Entre los compromisos adoptados, según el colectivo, figuraría la idea de "corregir una deficiencia detectada en la asistencia sanitaria prestada en el hospital Virgen del Rocío" a los vecinos; así como proporcionar a los afectados, "y muy en particular a los niños y menores de edad, una atención médica especializada en tóxicos, mediante la implementación de un protocolo específico de derivación y la búsqueda, contratación y asignación de profesionales especialmente formados en dicho campo".
Otro de los aspectos comprometidos sería acometer las medidas necesarias para dilucidar si el cáncer desarrollado por uno de los afectados está "directa o indirectamente relacionado con el problema de los contaminantes tóxicos".
Así, el colectivo ha mostrado su "esperanza y convicción de que los representantes de la Consejería de Salud adoptaran, en el marco de sus competencias, las medidas necesarias y promoverán los contactos que resulten pertinentes para conseguir el cumplimiento de los objetivos comprometidos".
EL ORIGEN DE LAS "FUGAS"
Recordemos que cuando el pasado 16 de octubre de 2020 prestaron declaración como investigados los administradores y el gerente de la gasolinera, los mismos habrían negado que la instalación, gestionada por Zamarrilla Inversiones S.L., sufriese "fugas" en sus depósitos de combustible o cualquier "vertido" de sustancias contaminantes, alegando que en 2019 fue implantado en el recinto un sistema de prevención de filtraciones desde los depósitos al subsuelo. Además, habrían expuesto que el recinto cuenta con una "barrera hidráulica".
Así, los tres investigados habrían negado ante el juzgado que los episodios de contaminación y hedores investigados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil a instancias de la Fiscalía, a raíz de la denuncia interpuesta por residentes de la barriada Guadalquivir, deriven de la actividad de la gasolinera, aludiendo a una "contaminación histórica" en la zona, cuyo origen estaría pendiente de esclarecer aún, según su tesis.
En las actuaciones realizadas, en cualquier caso, se ha detectado, tras mediciones realizadas en el interior de varios domicilios de la citada barriada, la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COV) derivados de hidrocarburos, así como Sulfato de Dimetilo, muy tóxico por inhalación, según la Guardia Civil. Los agentes del Seprona detectaron igualmente, en las proximidades de la gasolinera intervenida la presencia de un vertido de hidrocarburos.
ESCAPES O VERTIDOS
Según los técnicos, como consecuencia de los escapes o vertidos contaminantes de hidrocarburos tipo gasolina, gasoil y aceites minerales, se ha producido un daño sustancial a la calidad del suelo en el entorno de la gasolinera.
Dicha contaminación "ha dado lugar a un daño sustancial a la calidad de las aguas subterráneas y, por los flujos de descarga de los acuíferos y su cercanía al cauce, se produce una situación de grave perjuicio para el sistema natural del estuario del Guadalquivir, así como un riesgo importante de grave perjuicio a la salud de las personas" de la zona.
Para confirmar tal extremo, la Guardia Civil inspeccionó la gasolinera junto con inspectores del Servicio de Industria y Energía de la Junta de Andalucía, tanto física como documentalmente, comprobándose que existían anomalías en forma de fuga en el depósito de gasolina SP/95, según el Instituto Armado.
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