El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Morón de la Frontera (Sevilla) ha llevado a cabo una investigación, en la que ha detectado un presunto delito contra los
recursos naturales y del medio ambiente por parte de una empresa relacionada con el sector aceitero, por un posible vertido irregular de sustancias contaminantes, lo que supone un grave riesgo para el equilibrio de los ecosistemas naturales.
Los hechos se remontan al pasado mes de diciembre, cuando un agente medioambiental perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) informó a la Guardia Civil de que había detectado un vertido de aguas residuales de gran conductividad, similar al que generan las industrias aceitunera o aceitera, localizándolo en el afluente del arroyo La Parra a su paso por la localidad de El Saucejo. Por todo ello, agentes del Seprona procedieron a la recogida de las muestras.
Debido a que dicho arroyo recibe sus aguas del colector municipal procedente de un polígono industrial de la localidad de El Saucejo, la Guardia Civil consiguió aclarar en una de las naves del polígono cómo se estaba desarrollando el vertido, ya que se estaba realizando desde un remolque cisterna de gran tamaño con cinco compartimientos que se encontraba estacionado en el interior de una de las naves del polígono, y a puerta cerrada.
Así, había una manguera conectada desde la válvula de descarga del remolque cisterna hasta una arqueta de desagüe existente en el interior de la nave, por lo que vertía directamente al colector municipal con afección a cauce público sin previo tratamiento, manteniendo los agentes la sospecha de que la nave es únicamente utilizada con el fin de deshacerse de los residuos que la industria pudiera generar.
Los agentes tomaron muestras del contenido de la cisterna, siendo de las mismas características que las localizadas en el cauce del arroyo La Parra. Todas las muestras fueron remitidas al laboratorio de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para su posterior análisis.
Tal actuación pudo revestir un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por realizar un vertido no autorizado con afección a cauce público que se detectó con el muestreo realizado en el arroyo, así como en el muestreo realizado en el remolque cisterna, superando los valores establecidos al arrojar una altísima conductividad y un bajo PH.
Por este motivo, la Guardia Civil tomó manifestación en calidad de investigados a dos personas como responsable del vertido, siendo una de ellas el posible autor material del mismo. Las diligencias han sido remitidas a la Fiscalía de Medio Ambiente de Sevilla.
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