El Servicio de Urología del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha introducido una nueva técnica en el abordaje de la hiperplasia benigna de próstata como es la terapia térmica con vapor de agua.
Está considerada la última innovación en el tratamiento de esta patología y se suma al también avance implantado por este centro el pasado junio, conocido como `Láser Verde´ para su abordaje quirúrgico, ha informado en un comunicado.
La terapia térmica con vapor de agua se basa en un novedoso procedimiento con notables ventajas para aliviar los síntomas asociados al agrandamiento de la glándula prostática.
El tratamiento consiste en inyectar vapor de agua en la próstata, lo que provoca la necrosis del tejido o muerte celular, que es después eliminado por el propio cuerpo solventando los problemas ocasionados por el crecimiento de la próstata en el paciente.
La intervención se lleva a cabo a través de la uretra y no requiere ingreso, por lo que puede realizarse de forma ambulatoria, ha informado este centro hospitalario.
El especialista adjunto al Servicio de Urología del Hospital Universitario de Valme, Francisco Rivera, ha sido el encargado de aplicar con éxito esta técnica al inicio de este mes de noviembre en la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria del Hospital El Tomillar.
Según el jefe del servicio de Urología de este centro hospitalario, Pedro Blasco, “es una tecnología que supone un gran avance para el numeroso grupo de hombres que, generalmente a partir de los 50, comienzan a tener dificultades por el agrandamiento de la próstata. Se traduce en una gran alternativa al tratamiento farmacológico común que, en muchos casos, produce efectos secundarios”.
La hiperplasia benigna de próstata es el crecimiento de la glándula prostática que puede comprimir la uretra y, por consiguiente, reducir o, a veces, bloquear por completo el flujo de orina desde la vejiga.
Afecta a aproximadamente el 50 % de la población masculina entre los 51 y 60 años y hasta el 90 % de los hombres mayores de 80 años.
Pedro Blasco subraya la evidencia científica sobre la efectividad de esta técnica, dado que “investigaciones realizadas y publicadas recientemente en la revista científica `Urology´ reflejan que sólo el 4,4 % de los casos con aplicación de la terapia térmica con vapor de agua necesitó tratamiento adicional durante los cinco años posteriores de seguimiento”.
Aunque existen varias alternativas para tratar esta enfermedad, desde el servicio de Urología del hospital sevillano subrayan que con la terapia térmica de vapor de agua se consiguen excelentes resultados y que los pacientes vuelvan a sentirse bien sin pasar por los inconvenientes de un quirófano y sin apenas efectos secundarios. EFE
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