Sanlúcar

El CEIP Caridad Ruiz apuesta por la Escuela Solidaria Inclusiva

El Colegio de Sanlúcar cuenta con una red de voluntariado que acompaña al alumnado

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  • El CEIP Maestra Caridad Ruiz acoge otro interesante proyecto -
  • Se trata de un proyecto para la atención emocional del alumnado de este centro de La Colonia
  • En cada sesión que se programa se ofrece una sencilla actividad que permite el diálogo
  • El director, Diego Castro: "Lo importante no es la actividad, es la relación"

A principios de este trimestre que ahora finaliza el CEIP Maestra Caridad Ruiz de La Algaida puso en marcha el proyecto Escuela Solidaria Inclusiva. Para su desarrollo cuenta con una red de voluntariado que acompaña al alumnado para el trabajo de los aspectos emocionales. Dicha atención no está concebida como clases particulares sino como una oportunidad para que se generen relaciones sanas, afectuosas y de seguridad y confianza entre el niño o la niña y la persona que acompaña.

La Escuela Solidaria Inclusiva es un proyecto para la atención emocional del alumnado. Tal y comocuenta su director, Diego Castro, “en nuestro centro estamos convencidos de que el éxito educativo parte de la confianza en uno mismo y de la creencia de que pueden lograr cualquier objetivo que se propongan”.

El voluntariado, que es elemento más importante para que este proyecto esté dando buenos resultados, atiende al alumnado una vez por semana, a través de videollamadas, generando un acompañamiento y tutorización compartida que suponen un aporte motivacional imprescindible. El marco para el desarrollo del programa es el juego. La importancia del juego en el niño es fundamental para su desarrollo sensorial y mental, creativo, cooperativo, lúdico y afectivo. Además, facilita la interacción y el aprendizaje, ofreciendo espacios de encuentro donde el aspecto emocional juega un papel clave. Atendiendo a esta última característica, el alumnado experimenta a través del juego emociones como sorpresa, expectación o alegría, y también aprende a solucionar conflictos emocionales (vergüenza, miedo, timidez, inseguridad, agresividad…) al satisfacer sus necesidades y deseos en un ambiente seguro y relajado.

Además, está adquiriendo paulatinamente herramientas que le ayudan a resolver de forma autónoma situaciones cotidianas. En cada sesión se ofrece una sencilla actividad que permite el diálogo, a partir de la cual cada persona voluntaria va desarrollando su camino de encuentro con el niño o niña.

La estrategia del proyecto se basa en ofrecer actividades dinámicas en cada sesión enmarcadas en una animación general que: motivan al alumnado, facilitan el encuentro y la relación, proporcionan un espacio de confianza y seguridad, y generan situaciones para el acompañamiento emocional y motivacional. Es importante señalar que estas actividades son sólo un instrumento, una “excusa” para facilitar el encuentro online. “Lo importante no es la actividad, es la relación”, dice Diego Castro.

Miguel Marcos Sáez, educador social del centro, y Hortensia Aranda, maestra y especialista en educación emocional, acompañan al voluntariado en este proyecto.  

Entre otros autores de referencia, nos hablan de María Montessori y mencionan una de sus frases: "Si un niño se porta mal, es porque no está bien".

Esta frase recoge muy bien la esencia de este programa. “Creemos que el bienestar emocional del niño es clave y beneficia no solo al propio niño sino a su contexto familiar y social. Sabemos también desde hace décadas y gracias a la neurociencia, que los niños y las niñas que se encuentran con algún bloqueo emocional, difícilmente pueden acceder a los aprendizajes desde lo cognitivo. Desde un buen acompañamiento emocional contribuimos además a que las probabilidades de éxito académico y curricular del alumnado sean mayores.”

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