De ‘partir puertas’ a garantizar la seguridad, así trabaja la Usecic

Publicado: 03/01/2020
La alarma social derivada del narcotráfico, conlleva un mayor incremento de efectivos policiales en la zona
La mañana del 31 de diciembre no empieza de forma tranquila para los integrantes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Guardia Civil de Cádiz. Una llamada a las 5 de la madrugada alerta al grupo de su primer destino: Barbate. Junto a Puerto Serrano -en la sierra gaditana- y Sanlúcar de Barrameda-en el litoral- son los tres ‘puntos calientes’ para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y no por las mismas razones. Los tres municipios comparten problemática si bien el narcotráfico en las zonas de costa es ahora la principal preocupación de aquellos que van “a por los malos, malos”. Son declaraciones de uno de los miembros de la unidad, que acaba de incorporar a una mujer, cabo, un valor añadido para este grupo que componen varios agentes con entre 15 y 20 años de experiencia a sus espaldas. Los llaman los ‘boinas verdes’. Su presencia es indispensable en los grandes eventos, donde se produce una elevada concentración de personas. El objetivo: garantizar la seguridad ciudadana. La pasión por su trabajo es lo que les ha llevado a formar parte de una unidad que siempre está disponible para apoyar al resto de unidades de la comandancia y reforzar la presencia policial en aquellos puntos donde las circunstancias reclaman una mayor respuesta de los Cuerpos de Seguridad, como es el caso de Sanlúcar. Actúan también ante el requerimiento de la policía judicial, para “partir puertas” y centrar su trabajo en detener a los señalados por la investigación. “En la mayoría de los casos desconocemos de qué se trata. Recibimos la información del sospechoso, su ubicación y a partir de ahí analizamos cómo actuar para detenerlo con la mayor rapidez posible”, explica el teniente encargado del grupo. La confianza plena en los agentes que integran la Usecic y el compromiso de los agentes, es clave para que su trabajo arroje resultados positivos. “La disponilidad de los agentes es brutal. Hay guardias que han dejado a sus familias para atender un servicio o que me tienen dicho que aunque estén de descanso o de asuntos personales, les llame si son necesarios. Eso, a día de hoy, me eriza aún la piel”, corrobora. Nos encontramos con ellos en una venta de carretera. Apenas 15 minutos para poder tomar un café que caliente el cuerpo en una fría mañana de últimos de año. Después, unos minutos al sol les permiten secar las ropas que su anterior intervención en la costa ha dejado empapadas. Es ahí cuando los miembros de la unidad abordan sin medias tintas la situación de la provincia de Cádiz y de Sanlúcar en particular. “Hay mucha gente metida en el narcotráfico”. Tan sólo unas jornadas atrás fueron requeridos para actuar tras los dos tiroteos registrados en La Algaida. “La situación que te encuentras en estos casos es complicada”, comenta otro de los agentes. “Personas con ataques de ansiedad, la población alertada...” y “lo más delicado es cuando llegas y hay niños pequeños”. Es la dureza de una situación que cada vez deja más muestras de la depravación social que acompaña al narcotráfico. “Se justifica como un medio de vida pero no se puede ocultar lo que esto conlleva, la droga destroza familias, mata a personas...eso es así”. Así atestiguan los agentes de la Usecic cómo hacen frente a un titán contra el que en la mayoría de los casos se sienten impotentes. La sensación de impunidad es lo que pretenden evitar. En 2019 ha habido un aumento palpable de la lucha contra el narcotráfico en la provincia de Cádiz. En Sanlúcar, a la presencia de la Usecic se añade la unidad especial de la Policía Nacional desplazada desde El Puerto de Santa María para combatir el tráfico de drogas. Luchan contra bandas criminales perfectamente organizadas, jerarquizadas, a veces incluso con más medios materiales que los propios agentes y con leyes que aprecian leves para unos delitos que acaban por provocar en la sociedad una sensación de indefensión que es la que esta mayor presencia policial pretende descartar.

Controles sorpresivos

Durante los minutos que acompañamos a los agentes en un control sorpresivo a la salida de Sanlúcar dirección Jerez dan muestra de la problemática del narcotráfico. Los registros de los coches e individuos que abandonan de la ciudad da muestras de que Sanlúcar es un punto caliente. “Viene mucha gente a comprar droga, hay mucho menudeo”. Hachís para consumo personal, varias bases de coca y otros efectos utilizados para el consumo son el balance de lo intervenido a apenas una decena de coches registrados. “No nos quedamos mucho tiempo en el mismo lugar”, explica el teniente de la Usecic. “La voz se corre rápido y la mayoría de ‘los malos’ llevan por delante un coche avisándole de la presencia de controles”, añade. De ahí que el carácter sorpresa sea fundamental. En esta ocasión actuán coordinador por la unidad de Tráfico que les permite inspeccionar aún con mayor profundidad a los vehículos que interceptan. En otras ocasiones, la operación se coordina con distintas unidades de manera que la ciudad “quede completamente cerrada”, operaciones jaula de las que es complicado que los ‘narcos’ se escapen. Cientos de detenidos y miles de kilos de droga incautados suponen el resumen del pasado año 2019 en la guerra contra el narcotráfico en los municipios de Cádiz.

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