Lo primero que debo confesar es que soy nefasto con los vaticinios. Suelo equivocarme, pero en esta ocasión hay elementos objetivos que me invitan a pensar que acertaré con el siguiente pronóstico: las elecciones generales del próximo 10 de noviembre las ganarán el centro derecha, la derecha y la extrema derecha. Tendrán más votos y más escaños. Y, si así ocurre, al igual que en Andalucía, en España intentarán gobernar Partido Popular, Ciudadanos y Vox.Mis cábalas se sustentan en dos asideros: la pérdida de votos de la izquierda porque bajará la participación, y la merma de escaños que sufrirá por la irrupción de Más País.
Miremos, antes que nada, los resultados de las elecciones del pasado 28 de abril y sumemos los votos de unos y de otros. La izquierda (PSOE y Unidas Podemos) obtuvo 11.213.684 votos, mientras que la derecha (PP, Cs y Vox) alcanzó 11.169.796. Es decir, sólo 43.888 votos de diferencia a favor de la izquierda. En realidad, un empate técnico que, sin embargo, no tuvo proyección simétrica en el reparto de escaños: 165 por 147, 18 de ventaja para la izquierda.
Pensemos a continuación en los posibles votos del 10N. Los simpatizantes de izquierda acuden a esta cita lamentando la oportunidad perdida para gobernar, los de derecha siguen frotándose los ojos porque les han dado una segunda oportunidad. Así las cosas, si baja la participación, como aventura el cabreo de la ciudadanía por la repetición electoral, perjudicará previsiblemente más a la izquierda desilusionada en estos momentos que a la derecha ilusionada con la bola extra que no esperaba ni en sus mejores sueños. Por tanto, PP, Cs y Vox sumarán más votos en conjunto que sus adversarios en las antípodas ideológicas.
Analicemos finalmente la previsible traducción de esos sufragios en el reparto de escaños. Si la izquierda tiene menos votos, obtendrá menos diputados-as. Además, sufrirá la Ley D’Hondt por la fragmentación debido a la irrupción de Más País de Iñigo Errejón. Y si encima los votantes de derecha, pensando en el voto útil, priman al PP en detrimento de Cs y Vox, los restos en muchas provincias de los que se benefició casi en exclusiva el PSOE, deberán compartirlo ahora socialistas y populares.
Nada de todo lo que he detallado tendrá sentido si PP, Cs y Vox se presentan con la marca España Suma. Entonces, el centro derecha podría rondar la mayoría absoluta.
