Tal como está el panorama político andaluz se barrunta un periodo largo postelectoral y se puede aventurar semejante vaticinio aunque aún no se han celebrado los comicios y ni siquiera ha empezado la campaña. Se está produciendo en Andalucía –por un odioso e incomprensible mimetismo nacional- el surgimiento de bloques electorales, no de opciones electorales. A la derecha y a la izquierda. La transversalidad – esa capacidad de no sólo de dialogar sino de abrirse a pactos a un lado y a otro- ha prácticamente desaparecido del panorama. Si, como indican todos los sondeos, ningún partido obtiene mayoría absoluta los pactos habrán de ser intentados al interior de cada bloque.
El encanallamiento de la política andaluza –al que habitualmente hace referencia la presidenta de la Junta de Andalucía-, no sin razón por cierto, llevará a que los acuerdos se tengan que hacer en el seno de cada bloque. Todo tiene su precisión. Esta situación se mantendrá mientras que no cambie la situación política nacional, que no parece que esté próxima. El corolario que se puede deducir es que hasta que no concluya el periodo electoral de Europeas, Autonómicas de las Comunidades del 149 y Municipales no habrá una posibilidad de reconsiderar esa situación con perspectivas racionales. Mientras tanto lo que está a la puerta es la crispación. El peor ejemplo lo ha dado el Partido Popular con unos carteles calificando de “ratas” y otras lindezas a los ex presidentes y la presidenta andaluza. Pelillos a la mar, cosas de niños, se excusan sus dirigentes. Por lo menos que digan que rectifican y que los niños son unos maleducados.
El PP está en la clara oposición desde hace 36 años y, cuando ganó las elecciones, con Javier Arenas de candidato, no encontró aliados para formar gobierno. Ciudadanos pelea por sustituirlo como baluarte del cambio, que fue imposible con el PP. Quieren abandonar el papel de muleta para convertirse en recambio. Los resultados dirán si en la siguiente elección lo serán en éstas sólo se juegan la jefatura de la oposición. Lucha de emulación emotiva para Ciudadanos pero de tintes trágicos para el PP. Su descabalgamiento sería mortal para su cabeza de cartel. Podemos tendrá un reto difícil. Hacer gobierno o hacer bloqueo. Compartir o hacerlo desde lejos. Todo se irá desgranando desde el día 2 de diciembre. El 27 de diciembre cuando se constituya el Parlamento ¿habrá nacido ya el Niño?
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