El sector pesquero de Sanlúcar, a través de la Cofradía de Pescadores de la localidad, ha mostrado su preocupación por la presencia del cangrejo azul en el estuario del Guadalquivir. En lo que va de verano se han capturado alrededor de 400 kilos de este crustáceo, que los pescadores catalogan como "muy agresivo", y que ha pasado a comercializarse en la lonja del puerto de Bonanza.
Según el técnico de la Cofradía de Pescadores, José Carlos Macías, se ha constatado una "presencia abundante" de esta especie en el estuario del Guadalquivir, por lo que los propios pescadores vienen realizando un seguimiento al cangrejo azul desde hace varios meses. "Somos los que estamos viéndolo llegar y tememos que la Administración no mueva ficha hasta que se convierta en un gran problema, que puede ser ya", señala el responsable de la Cofradía sanluqueña. Por este motivo, la entidad tiene previsto trasladar su preocupación en los próximos foros de reunión con responsables de las Consejerías de Medio Ambiente y Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. El primero de ellos, la próxima semana, en la reunión de la Comisión de Reserva de Pesca.
"Estamos encontrando especies maduras, de tamaño grande, ovados, en los trasmallos. También hay presencia en las marismas. Se trata de un crustáceo muy muy agresivo que puede reemplazar a otros crustáceos como el langostino, que puede actuar como depredador de otras especies como chocos o acedías, pero desconocemos en qué magnitud puede afectar y si aguantará aquí en base a las condiciones medioambientales", reflexiona Macías.
Desde la Delegación provincial de Medio Ambiente han anunciado que van a estudiar la presencia del cangrejo azul en el Bajo Guadalquivir. Medio Ambiente señala que esta especie (Callinectes sapidus) no es la misma que el chino (Eriocheir sinensis), si bien aseguran que del primero ya se tenían noticias de su existencia en el Bajo Guadalquivir aunque en citas aisladas. En esta línea, aclaran que el cangrejo azul no está en el Catálogo de Especies Exóticas (Real decreto 630/2013), por lo que se puede comercializar y es una especie apreciada gastronómicamente. De hecho, algunos establecimientos hosteleros de la ciudad ya lo han incluido en su carta.
Con todo, desde la Consejería de Medio Ambiente "nos tememos que puede afectar a la biodiversidad, aunque no sabemos muy bien cómo" en atención a las especies tradicionales de la marisma, por lo que han anunciado que estudiarán y analizarán "más profundamente" este tema.
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