En pleno proceso de confluencia de fuerzas, el líder de IU en Andalucía ha visitado la Feria de Sanlúcar para compartir una convivencia para afiliados y analizar con la prensa la situación de la formación en la ciudad.
¿Cuáles son las perspectivas de Izquierda Unida en Sanlúcar?
—En Sanlúcar vamos a por todas porque hay razones para ello. Hay un agotamiento del Gobierno local, motivado por la ausencia de un proyecto estratégico y una falta de capacidad para dirigir una ciudad que tiene unos niveles de desigualdad absolutamente insoportable. La segunda ciudad con más paro de España no puede dedicarse a ser, como comunidad, cronista de lo que ocurre. Tendrá que abordar con sus agentes sociales y económicos cuál es el modelo de ciudad que pueda romper ese paro estructural. Y un modelo de ciudad que se precie tiene que estar vinculado a medidas concretas y realizables, a corto, medio y largo plazo, porque no es fácil, que rompan la profunda desigualdad en la que se encuentra el tejido social sanluqueño. Sobre esos dos pivotes tiene que conformarse un proyecto de ciudad. Izquierda Unida, si algo ha demostrado en Sanlúcar, es que tiene una capacidad para estar en todos los sitios donde hay problemas, abordarlos, hacer un análisis crítico y confeccionar una alternativa y propuesta de solución. Si lo primero demuestra que somos pueblo y estamos en los problemas de la gente; lo segundo, demuestra una capacidad analítica de dónde están las causas de los problemas que atenazan a nuestra ciudad; lo tercero, nos da legitimidad y nos da un potencial extraordinario para darle un mensaje muy claro a los sanluqueños y sanluqueñas. Que hay un proyecto muy claro para gobernar esta ciudad , que no pasa ni por un PSOE agotado, que no es motor de cambio de nada, ni por un PP que ya está más que amortizado en una Sanlúcar en la que no puede volver a gobernar porque los años que lo hicieron todos tenemos consciencia de la pesadilla que se vivió. En esa ambición de cambio es en la que nos tenemos que situar y yo confío en que tanto IU como Podemos y otras organizaciones sociales, plataformas, etc., estén a la altura de las circunstancias para hacer un proyecto lo suficientemente atractivo e ilusionante para que incorporemos a sectores que ahora no lo están y que es uno de los retos que tenemos es que se incorporen a ese proceso municipal y regional.
¿Temen que ese proceso de confluencia provoque que haya una pérdida de votantes?
—La unidad está hecha sobre un principio que es fundamental y es que cada organización tiene su propia identidad para definir su aportación a ese proyecto. Nosotros lo que decimos es que IU, que va aseguir existiendo como tal, aporta su bagaje político, su trayectoria de lucha y de no resignación y su capacidad de gobierno de las ciudades. Y como tenemos esa ambición de que ese acumulado histórico que tenemos, no sea sólo de oposición sino también de gobierno, constatamos que solamente con la unidad con otras fuerzas y entidades que tienen otros votantes, juntos podamos superar a los que gobiernan en la actualidad. Una unidad que no sumara sería una unidad que soslayara una a otra y la que suma es la que dice el acuerdo que hemos hecho en Andalucía.El acuerdo tiene una virtud y es que aquellos que estaban esperando criticarlo diciendo que iba a ser un acuerdo de desiguales, han tenido que callarse ante la evidencia de que es un acuerdo de respeto. Ese modelo es el que nos permite hacer pedagogía de este espacio de unidad. La división nos mata, no sólo a las organizaciones políticas que es lo de menos, sino a las víctimas de la crisis, a quienes necesitan un blindaje y respaldo laboral, a quienes se van a trabajar en los hoteles y tienen que aguantarse con un contrato de dos horas y trabajar seis en negro... La historia de la izquierda es una historia de valientes y este es un acuerdo de valientes, porque con la situación que hay podían darse situaciones conservadoras de pensar en los intereses de parte, mirarse cada uno el ombligo... y lo que nos estamos mirando es Andalucía y España para construir un país decente y solidario.
Viene con mucha frecuencia a Sanlúcar pero también fue su lugar de residencia en los años 90. ¿Cómo ve la evolución de la ciudad cuando echa la vista atrás?
—Yo viví en Sanlúcar desde el año 90 al 96, años muy intensos, formidables y políticamente muy agitados. Recuerdo la dimisión de Manuel Vital como alcalde, la sustitución de Agustín Cuevas por Germán Mora, en una especie de mini golpe interno en el PSOE, y toda una agitación de una ciudad con una profunda crisis del tejido social y productivo. Le hablo de desmantelamiento del arranque de viñas, la penetración sutil pero constante del narcotráfico que ha hecho un daño a Sanlúcar terrible, y unos indicadores sociales que entonces eran insostenibles y ahora continúan siéndolo, con una crisis que los ha agravado. Un paro estructural por encima del 35% y unos niveles de desigualdad que se perciben entre una poca gente que tiene mucho y mucha gente que tiene muy poco. Son unos datos que los sitúan en la cabecera de España y Andalucía y mi humilde reflexión en este sentido debe ser, en el campo del bloque de cambio, una reflexión colectiva de qué modelo de ciudad queremos para construir una Sanlúcar que se vertebre socialmente, esté satisfecha con los equipamientos públicos y genere un tejido productivo que permita absorber una mano de obra que ahora mismo tiene muy mala, que es incorporarse a un sector precario o se tienen que ir. Ese es el reto que está en el cambio que pretende IU y lo que quiere aportar. Un cambio en el modelo de gobierno, que tiene que tener muy claro una alcaldesa o un alcalde en Sanlúcar, que es que no puede circunscribirse a arreglar parques y jardines sino a liderar un proceso de cambio y desarrollo de un modelo productivo, de reivindicación de fondos e inversiones específicas a una ciudad que lo requiere y de un liderazgo que ahora mismo, desde luego, el PSOE ni lo tiene ni se le espera, porque no lo están ejercitando y porque creo que el PSOE de Víctor Mora no tiene entre sus prioridades encabezar ningún tipo de proyecto que les suponga enfrentarse ni a la Diputación ni a la Junta de Andalucía.
En relación a la conmemoración del V Centenario, ¿cuál es la perspectiva que tiene usted como parlamentario andaluz sobre el respaldo del Gobierno andaluz al evento?
—Nosotros apoyamos el proyecto de conmemoración del V Centenario y creo que es un año que podía ser una oportunidad para enfocarlo de manera que fuera un año de conmemoración pero sin desaprovechar la oportunidad de esa conmemoración para dar la oportunidad un impulso a la economía y a la sociedad sanluqueña. Es una ciudad con un gran potencial en términos agroalimentarios y que tiene que desarrollarse aún mucho en ese ámbito, que tiene que mejorar los equipamientos educativo y sanitario y que tiene que abordar el debate del modelo turístico vinculado a la calidad, también laboral.
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