“Cuando levantemos el paso, no sólo iremos nosotros al cielo, sino que irá al cielo nuestro Cristo, su Madre y nuestra hermandad”. Eran las palabras de Manuel Bernal, responsable seglar de la recién estrenada Hermandad del Prendimiento, antes de producirse, de su mano, la primera levantá en el interior de la Parroquia de los Ángeles y Sebastián Mártir. Y es que horas antes, durante la celebración de la Eucaristía a las 11.30 horas, preparatoria para la salida procesional, el párroco, D. Juan Aguilera De la Torre, hizo lectura del decreto de erección canónica promulgado por el señor obispo, Monseñor José Mazuelos.
El Sol del Palmar alumbraba el interior de la Parroquia mientras el Sr. del Prendimiento avanzaba hacia la puerta, transmitiendo Misericordia, como así pudimos apreciaren sus ropajes, inspirados en el logo del Año Jubilar de la Misericordia. Su barrio lo esperaba para celebrar lo que así fue, un día histórico para esta corporación que el año que viene pisará las calles de Sanlúcar en una jornada de la Semana Mayor. En todo momento, El Palmar estuvo acompañando a su Señor por sus calles, poniendo el broche a la jornada en su recogida al filo de la medianoche.
Hacer historia fue algo que no dejaron de hacer ninguna de las agrupaciones de este Sábado de Pasión ‘histórico’ que vivimos en Sanlúcar. Por su parte, la Sed, tras poner en la calle a su segundo titular en la jornada del Viernes de Dolores, hacía lo propio con su crucificado, al cual acompañaban dos imágenes secundarias. Banda de Cornetas y Tambores Vera+Cruz de los Palacios puso los sones tras el misterio y Dios se entregó a las estrecheces y los balcones de su barrio. Espectacular fue sin duda la maniobra de salida del Centro Pastoral, donde el Cristo de la Sed y su cuadrilla nos demostraron que los milagros existen, y se cabe, aunque no lo creamos. El tránsito por la Plaza de La Paz y la entrada a la Barriada el Palomar fueron sin duda, los momentos estelares de la cofradía en la calle.
Y del Palomar a La Jara, donde quienes hicieron historia fueron los hijos de la Tercera Caída. Sus costaleros y su capataz en todo momento entregaron su trabajo, su voz y sus pies al corazón de la Jara, a su Cristo y sus fieles, creando un ambiente de cofradías entre palmeras, dunas y caminos de arena. Un binomio perfecto fue el que pudimos disfrutar la tarde del Sábado de Pasión, entre la cuadrilla y la Banda de Cornetas y Tambores Zoilo Ruiz Mateos de Rota. Pudimos comprobarlo a las 18.00 horas de la tarde, a las puertas del centro Afanas, donde se vivieron momentos de muchísima intensidad, entre los niños y un Cristo que aunque caído no dejó de levantarse por todos y cada uno de ellos. Como estrenos, cabe destacar el llamador del paso de Cristo, así como el lábaro corporativo, que ya se estrenará el pasado 15 de agosto en la procesión de nuestra Patrona, Ntra. Sra. de la Caridad Coronada.
Desde que saliera de la Parroquia de San Pedro de la Jara a las 16.30 horas, al son de Mª Stma. del Rocío en honor a la titular que está por venir, y hasta las 22.30 horas en que se recogiera, no hubo un sólo instante que no se convirtiera en eterno por alguna extraña razón. Antonio fue una de esas razones, un chiquillo de no más de seis años que estaba malito. El capataz dio la levantá porque se pusiera bueno, y los costaleros firmaron con Antonio debajo del paso pegando izquierdos, la chicotá más especial e inolvidablede todo el Sábado de Pasión.
La víspera perfecta, histórica, para ver cumplido de la mejor manera un sueño, el sueño de volver a cumplir años en la Semana que se abre a partir de hoy, en la que todos volvemos a ser Antonio, volvemos a ser el niño grande que llevamos dentro, ése que dejaba sus manos en un escaparate y que hoy sueña entre palmas y olivos.
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