¿Cómo está viviendo estos últimos días de campaña?
—Con mucha intensidad, ilusión y pasión. No me faltan ganas. Tengo muchísimas propuestas que explicarles a los sanluqueños y en ello estoy. Este último año y medio ha sido muy intenso, me he recorrido todas las asociaciones, empresas, entidades, barrios, calles... y eso ha dado como fruto el proyecto de ciudad que tengo para Sanlúcar.
¿En qué consiste ese proyecto?
—Mis propuestas van encaminadas a la creación de empleo en todos los ámbitos. Este proyecto, al que pido a los sanluqueños que se sumen, es porque creo que llevamos demasiados años sufriendo el estanqueamiento, la pasividad de un equipo de Gobierno incapaz de dar respuesta y tomar medidas alternativas a la situación de paro, de hastío de los propios sanluqueños. Ha dado la hora de dar el paso por nuestro pueblo. Sanlúcar merece una revolución, poner en valor sus grandes potenciales. Me niego y no me resigno a pensar que Sanlúcar no tenga solución. Por eso soy candidata a la alcaldía, pongo mi experiencia y compromiso a disposición de los ciudadanos para poder vivir en una ciudad con mejores recursos y servicios públicos para los sanluqueños.
¿Cuál sería la primera medida que tomaría como alcaldesa?
—Reorganizar el servicio de limpieza de la ciudad. Hay muchas cosas, pero también organizarnos internamente, el Ayuntamiento, las áreas, estudiar los presupuestos, las áreas, y yo me volcaré en las políticas sociales, dotándolas de más programas y servicios para aumentar la cobertura social.
Hábleme de su equipo y de la sensación que tienen en la calle.
—Un equipo renovado al 71%. El número 2 (Carlos Zambrano) con un perfil profesional importante, reconocimiento, pero lo que me llama la atención su compromiso social y con su pueblo y eso es lo que le ha hecho dar el paso. El resto son personas con mucha experiencia en el ámbito profesional y que están decididas a trabajar por Sanlúcar. Su primera ambición es cambiar Sanlúcar, abandonar las lamentaciones y que sea competitiva y esté en la agenda de las administraciones. Sobre la sensación en la calle, se quedaría sorprendida, desde La Jara a La Algaida, las reivindicaciones son las mismas, están hartos de la suciedad, de la falta de funcionamiento de los servicios públicos. La gente quiere un cambio en Sanlúcar. ¿Un problema? Les cuesta trabajo confiar en los políticos porque hasta ahora ha habido muchas promesas pero pocos cumplimientos. Por eso estoy siempre en la calle, porque tengo que demostrarles que merece la pena y que yo sí voy a trabajar por Sanlúcar como lo he hecho en Cádiz con mi alcaldesa, Teófila Martínez.
Compagina esta candidatura con el cargo de parlamentaria que acaba de revalidar. ¿Cómo lo va a compaginar?
—Ahora mismo no me quita ningún tiempo porque, como sabe, no hay gobierno andaluz. Ustedes han visto que he estado las 24 horas en la calle durante este año y medio que he sido parlamentaria, lo que quiere decir que tengo capacidad de trabajo y las cosas muy claras. No porque tenga otra responsabilidad, que es muy buena para Sanlúcar por cierto, y buena para mi como política y me aporta una experiencia que otros no tienen. No obstante, siendo alcaldesa de Sanlúcar abandonaré el parlamento andaluz como mucho gusto.
El Ayuntamiento de Sanlúcar tiene una complicada situación económica, está sometido a un plan de ajuste que limita las inversiones, ¿cómo piensa ejecutar las actuaciones que ha anunciado?
—Mire, vamos a acabar con los estereotipos. Si aquí no hay servicios de calidad y modernos no es porque no haya dinero, es porque hay una mala gestión económica. La situación económica del Ayuntamiento de Sanlúcar no es diferente a la de otros ayuntamientos porque no es más grave, al contrario, es hasta mejor, así que vamos a poner ya los puntos sobre las ies y de convertir la incapacidad en falta de recursos económicos porque los sanluqueños pagan sus tributos religiosamente. El plan de ajuste se somete este Ayuntamiento porque tiene una mala gestión económica y ha sido gracias a Mariano Rajoy por lo que el ayuntamiento puede pagar en 60 días como dice su alcalde. Al igual que el pago a proveedores que ha salvado la vida a muchísimas familias a las que el Ayuntamiento les debía mucho dinero, pero este señor, Víctor Mora, no va a reconocerlo. Hace falta cambiar la gestión económica y a partir de ahí avanzar en muchos proyectos. Yo tengo los compromisos que tengo por parte de otras administraciones porque me he movido, porque he aprovechado que mi partido gobierna en Diputación, en el Gobierno Central, en Zona Franca. Que el PSOE no haya aprovechado que en los últimos 8 años ha gobernado en la Junta su partido, ese no es mi problema, eso se llama incapacidad y no querer pelear por tu pueblo. Yo he peleado por Sanlúcar y he conseguido el compromiso para el desarrollo del Perejil, que por cierto el Ayuntamiento de Sanlúcar, respondió con una salida de tono dicendo que le iba a pasar el número de cuenta para que ingresara el dinerito. Eso es reirse de una administración que tiene capacidad económica para invertir en Sanlúcar, como ya ha anunciado, de 3,5 millones de euros para el centro de negocios. Y con el paseo marítimo, igual. Si yo tengo los contactos es porque en mi partido tengo liderazgo y capacidad y un partido que me acompaña dispuesto a trabajar por Sanlúcar.
¿Hay capacidad para absorber a los más de 11 mil parados de Sanlúcar o existe un alto paro estructural?
—Eso lo dicen los incapaces. ¿Va a ser estructural cuando tenemos una ciudad donde el suelo industrial deja mucho que desear, los accesos son lamentables, la zona de Bonanza y La Colonia,con nuestra pesca y agricultura está en el estado en el que se encuentra? No. Si todo eso se hubiera desarrollado no habría el paro que hay. La cuestión es que Sanlúcar se quedó estancada y nadie se ha preocupado por desarrollar sus potencialidades que son muchas.
¿Cuáles son sus expectativas?
—Yo confío en que los ciudadanos opten por el PP mayoritariamente, por el proyecto de ciudad por el que estoy trabajando. No hago cábalas. Voy a por todas, estoy arriesgando mucho, pero de los cobardes no se ha escrito nada.
De necesitar pactar con algún partido, ¡con cuál tiene más afinidad?
—No me he puesto en ese escenario. Cuando llegue ese puente lo atravesaré. Con diálogo y con consenso por mi pueblo.
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