Un nuevo proyecto empresarial se ha fijado en Sanlúcar de Barrameda. Se trata de una multinacional finlandesa de producción de algas como materia prima para la generación de energía. Si hace unos días se anunció el proyecto de inversión para construir un aparcamiento en Bajo de Guía, ahora se trata de una iniciativa de carácter tecnológico que ha elegido esta comarca para implantarse.
“Cuando a Sanlúcar se la conoce por noticias positivas las empresas muestran interés por la ciudad. Y esta es una muy buna noticia, porque es señal de que la ciudad progresa, avanza”, subraya el alcalde, Víctor Mora, quien destaca la generación de empleo que suponen iniciativas de este tipo.
La semana pasada, Víctor Mora mantuvo una nueva reunión con representantes de Neste, una multinacional finlandesa que quiere instalar una planta de producción de algas como materia prima sostenible, que podría en un futuro expandirse a escala comercial. La producción de una nueva materia prima sostenible es una iniciativa pionera y que de funcionar adecuadamente con los resultados que esperan, puede suponer una oportunidad en cuanto a sus diferentes usos.
Ello conllevaría una revolución no sólo desde un punto de vista tecnológico, sino también en el mercado, pero sobre todo y lo más importante de todo es que se trata de un material natural y sostenible. De hecho, la compañía espera que las algas desempeñen un papel importante en la reducción de la dependencia del petróleo y la lucha contra el cambio climático.
La firma tiene ya un acuerdo con los actuales propietarios de los derechos sobre los terrenos donde planifica instalar la planta de algas, en una finca entre Trebujena y Sanlúcar, que sin duda vendrá a potenciar el tejido económico de la Costa Noroeste, con nuestra ciudad como cabecera de la misma.
En este sentido, el alcalde destaca que “es necesario que aprovechemos nuestras fortalezas como comarca, más allá de competiciones pueblerinas como la de donde desemboca el Guadalquivir. Aquí tenemos muchas riquezas y debemos hacernos fuertes”.
Las microalgas fotosintéticas pueden cultivarse donde haya agua y luz solar, también en agua de mar y en zonas terrestres no aptas para otro tipo de cultivo. Estas pueden tener un alto rendimiento de aceite y, por lo general, son ricas en proteínas y otros compuestos valiosos. Es todo un ejemplo de economía azul, que se centra en el papel de los mares u océanos como fuente económica y en la importancia de gestionar sus recursos de una forma eficiente.
Esta empresa tiene una experiencia de más de 15 años en investigación y desarrollo de algas, incluyendo numerosos trabajos de laboratorio y de campo en busca de materias primas sostenibles y escalables a nivel mundial y además es líder en biocombustibles para aviación.
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