Sanlúcar de Barrameda acogió a presentación del último libro del escritor e investigador Salvador Daza Palacios, titulado 'Elucidario: Nueve estudios sobre aspectos relevantes de la Historia de Sanlúcar de Barrameda', que ha sido editado por Torrejoyanca, que está ubicada en Jerez de la Frontera.
La velada literaria tuvo lugar en el acogedor salón alto de las Bodegas Argüeso de la Calle Mar. Juan Alcón, de la entidad organizadora, dio la bienvenida a los asistentes y enumeró los méritos del autor y la presentadora de la nueva obra.
El acto contó con la presentación de la escritora María Regla Prieto, que desgranó los méritos de la obra y habló del perfil humano de Salvador Daza. Son diversos capítulos referentes a aspectos poco o nada estudiados sobre la historia sanluqueña, como la esclavitud en el siglo XVII, el
delito de homosexualidad, la crisis político-religiosa de 1651-1652 en una ciudad que había pasado recientemente a manos de la Corona de Castilla, el naufragio de 'La Barahona' en la entrada del Guadalquivir, además de unos interesantes pleitos sobre el Campo de San Francisco, en el siglo XVIII, el juicio por homicidio contra Juan Baustista Andría, la fábrica de torpedos de Bonanza y retazos de historia del Convento Agustino.
Salvador Daza se refirió a su trabajo como un acopio de documentación relativa a la ciudad contenida en archivos situados fuera de la localidad, como el Archivo Histórico Nacional, el Archivo General de Indias y el de la Chancillería de Granada. En estos repositorios se conservan aspectos inéditos de la historia de Sanlúcar que los investigadores locales han utilizado en muy pocas ocasiones. Destacó la labor importante y descubridora del investigador frente a quienes quieren silenciar aspectos oscuros de la historia oficial. Y abordó diferentes reflexiones al hilo de la publicación y del proceso por el cual se debe revelar todo lo que en los archivos reposa, sin cortapisas.
El acto fue organizado por Librería Forum y contó con la intervención musical del dúo formado por Carlos Pérez, a la guitarra, y la cantante Lourdes Barea, que deleitaron al numeroso público asistente con unas canciones populares verdaderamente deliciosas.
