San Fernando

La corbeta Al-Jubail para Arabia Saudí inicia sus pruebas de mar en la Bahía de Cádiz

Las pruebas de mar se realizan antes de la entrega al cliente para comprobar el funcionamiento tanto de la plataforma como de los distintos sistemas instalados.

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La corbeta AL-JUBAIL (C546), la primera de las cinco que construye Navantia para las Royal Saudi Naval Forces (RSNF), ha comenzado sus pruebas de mar en aguas de la Bahía de Cádiz para comprobar el correcto funcionamiento de todos sus sistemas.

Las pruebas de mar se realizan antes de la entrega al cliente para comprobar el funcionamiento tanto de la plataforma como de los distintos sistemas, con el objetivo de demostrar el cumplimiento de los requisitos especificados en el contrato del buque.

El periodo total de pruebas es de unos dos meses, divididos en dos periodos diferentes. El actual periodo de pruebas durará unas dos semanas. En ellas participan unas 140 personas, entre ellas unos 40 ingenieros de diferentes especialidades.

Las pruebas cuentan con personal de Navantia, de industria colaboradora, de Lloyds Register of Shipping y de las empresas suministradoras de equipos principales. Igualmente, por parte del cliente participa la RSNF y miembros de la Armada Española.

 

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Una vez que acabe este periodo, la corbeta AL-JUBAIL se preparará para completar el proceso de instalación del sistema de combate antes de la entrega del buque. Botada en julio de 2020, se prevé que la entrega al cliente final se produzca dentro de cinco meses.

La corbeta AL-JUBAIL tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y será capaz de transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje. Alcanzará una velocidad máxima de 27 nudos.

El diseño de las corbetas es de última generación, maximizando a la vez la participación de Navantia mediante la incorporación de productos propios, como el sistema de combate CATIZ, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma y el puente integrado MINERVA, junto con otros equipos desarrollados por Navantia bajo licencia, como los motores de MTU o las cajas reductoras de RENK.

Este contrato, en vigor desde noviembre de 2018, fortalece el futuro inmediato de Navantia y beneficia a todos los astilleros de la compañía y a su industria colaboradora, en especial a toda la Bahía de Cádiz.

Así, supone una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas, 6.000 empleos durante cinco años. De estos, más de 1.100 son empleados directos, más de 1.800 empleados de industria colaboradora (participan más de un centenar de empresas) y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores.

El programa, cuyo último buque deberá ser entregado en el año 2024, incluye además de la construcción, el Apoyo al Ciclo de Vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.

También incluye el suministro de varios servicios, tales como apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de Centros de Formación y Adiestramiento para el Sistema de Combate y Sistema de Control de Plataforma de los buques, el Apoyo al Ciclo de Vida y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la Base Naval de Jeddah. El adiestramiento ha comenzado en las instalaciones del nuevo Navantia Training Centre (NTC).

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