Era viernes en la plaza del Rey y no llovía. Lleno total menos en los lugares previstos para las autoridades que luego se llenó con la autoridad del pueblo. No llovía como el sábado pasado con el pregón del Selu, pero caía un relente de esos que dejan empapado a uno a la chita callando. Y si además son más de tres horas de relente, está claro que oir se oye igual desde debajo de un árbol o desde una terraza que desde la zona VIP, pero los huesos se calan menos.
La noche comenzó con la actuación de la chirigota callejera La hermandad del puño, que se había ganado el puesto de telonera en la Gala del Carnaval por haber ganado en el Fonoy de este año el premio al mejor piropo a La Isla y que se ha colado en la final del concurso de la Peña El Timón que tiene lugar este domingo en la plaza de San José .
Y fue un buen comienzo porque es una chirigota de buen corte, sin estridencias y con lo justo para gustar y no molestar a nadie. O sea, como debe ser.
Los buscarruinas, de Juan Manuel Braza Benítez El sherriff, con un tipo de Cupido con muy malas artes fue la segunda en subir al escenario y comenzar a calentar el ambiente, para cambiar de tercio a continuación y sería La comparsa rosa de Antonio Rivas y el isleño Raúl Cabrera la que hiciera acto de presencia para criticar esos programas de televisión en los que se critica todo, lo que se ve, lo que no se ve y lo que se adivina. No llevan mucho tiempo juntos, sólo tres años y ya han conseguido un tercero y un segundo premio en el Falla, además de llevar entre sus componentes a gente de Cádiz, Chiclana, El Puerto y La Isla. Lo que se dice la comparsa de la Bahía.
Vera Luque
Los superpop (chirigota ochentera) de José Antonio Vera Luque y primer premio en el Concurso de Agrupaciones, armaron la de dios es cristo en el atrio del Ayuntamiento y terminaron con la presentación de la chirigota del año pasado, Los hinchapelotas coreada por el respetable.
Los hombres de blanco de Juan Manuel Bocuñano, que le habían cedido el puerto a Vera Luque –y una guitarra porque a uno de los ochentenos se le rompió una cuerda- tomaron este año por el camino más fácil, los hechos sucedidos en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano para hacer un intento de parodia.
La comparsa Los calderillas llegaron los penúltimos, aunque en realidad son los últimos, la última comparsa, la única comparsa en San Fernando, que siempre ha sido más chirigotera, es cierto, pero siempre ha contado con buenas comparsas. Son gente joven con gente experimentada, una buena mezcla y lo demostraron con su buen hacer sobre el escenario.
Los clásicos del Falla del Canijo de Carmona, pusieron el broche de oro. Barcelona- Madrid, Madrid-Barcelona y el Canijo como Ancelotti, invitaron a una joven que se sabía el estribillo a contarlo con ellos en el escenario, joven de Coria del Río, por cierto, de nombre Rocío y que parecía que había estado ensayando con ellos desde que acabó el verano.
El broche de oro lo pusieron porque bajaron la escalinata y cantaron la última a pie de público, con lo cual quedó muy bonito como detalle pero sólo lo vieron los que estaban en la primera fila y los de los lados. Y luego, como los Reyes, haciéndose selfis con todos los que se lo pidieron .
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