El Hospital de San Carlos de San Fernando ha incorporado una técnica pionera en España de neuroestimulación para el tratamiento del dolor crónico. La denominada terapia DTM (Differential Target Multiplexed) demuestra un 80% de efectividad en la mayoría de los pacientes, frente al 50% de alivio que ofrecen los sistemas actuales, ya que amplía su acción, por primera vez, a las células gliales, unas estructuras denominadas de sostén del sistema nervioso, con un papel importante en el desarrollo y mantenimiento del dolor.
San Carlos ha sido uno de los primeros centros europeos en poner esta técnica en marcha. El neurocirujano José Antonio López y José Manuel Trinidad, coordinador de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, han realizado con éxito el primer implante a un paciente con dolor lumbar secundario que, a pesar de haber pasado varias veces por quirófano, no lograba un alivio que le permitiese desarrollar su vida diaria con normalidad.
La neuroestimulación brinda una solución muy importante a los pacientes con dolor de difícil control. El dispositivo, similar a un pequeño marcapasos, se implanta con el paciente despierto todo el rato, con anestesia local y sedación ligera. Después, el paciente hace vida completamente normal.
La terapia conocida como DTM consiste en un sistema de estimulación que busca optimizar los efectos de los pulsos eléctricos en los procesos neuroinflamatorios que hacen que el dolor se convierta en crónico. Hasta ahora, la estimulación tradicional se limitaba sólo a las neuronas de los cordones posteriores medulares pero esta tecnología amplía su acción a las células gliales. Con toda esta estimulación de la médula, se activan las vías anatómicas que transportan el dolor, de tal forma que la señal de entrada al sistema nervioso queda bloqueada.
Los estudios clínicos demuestran la evidencia de la técnica, cuyos resultados alcanzan el 80% de tasa de respuesta en dolor lumbar, un 74% de reducción del dolor y más de un 80% de alivio en la mayoría de los pacientes, frente al 50% de los sistemas previos. Se avanza así en el tratamiento a pacientes con dolor crónico que no encuentran solución a su problema de salud con fármacos y técnicas intervencionistas.
Esta plataforma de neuroestimulación proporciona múltiples beneficios para los pacientes como el acceso completo y seguridad frente a pruebas diagnósticas, ya que tiene la compatibilidad con cualquier resonancia magnética. Además, posee una batería de carga rápida (de vacío a lleno en una hora) y larga duración, que permite que se siga utilizando hasta el fin de su vida útil. Eso, unido a su pequeño tamaño reduce al máximo las molestias de llevar implantado este tipo de dispositivos.
Esta tecnología permite, además, adaptar la terapia a las posturas del paciente; esto significa que se ajusta automáticamente para administrar la dosis adecuada en la ubicación correcta, ya que el objetivo del dolor cambia según la posición del cuerpo. Un apoyo también para el profesional sanitario, que tiene acceso a esos datos y con ellos, a una visión objetiva del progreso del paciente.