San Fernando

Colombinas contra el cambio climático con disfraces de fantasía

El auditorio del Parque Almirante Laulhé vivió los primeros compases de este Carnaval con la proclamación de las Colombinas y entrega de Pierrots.

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“Ya saben, nuestras salineras, que al llegar los carnavales se vuelven colombinas para representar a la mujer isleña en la fiesta. Desde hace unos años, el vestido de las colombinas es diferente, dice algo, tiene un mensaje”, dijo Loli Guerra, presentadora este año del acto de proclamación de Colombinas y del Pregón de Carnaval.

“Y este año, cuando la organización preguntó a las salineras cual sería el tema de sus disfraces, ellas tenían en mente un mensaje reivindicativo. Un disfraz que nos hiciera pensar y que nos hiciera ver que el mundo está en peligro. Por eso sus disfraces este año recrean los elementos que forman parte del cambio climático”.

Primero tuvo lugar la recepción a la Colombina Mayor del carnaval 2019, Natalia Pérez Lora, que llevaba su disfraz del pasado carnaval, representando el juego del Monopoly de San Fernando, concretamente la ficha del salinero, con todos los monumentos emblemáticos de la ciudad. 

Natalia vivió momentos inolvidables junto a sus compañeras el año pasado, y dice haber tenido la suerte de conocer a personas tan importantes en esta fiesta, como el recientemente fallecido Juan Rivero. El sábado concluyó su labor como representante del carnaval.

Natalia Pérez Lora cedió su puesto, imponiéndole el antifaz de Colombina Mayor del carnaval 2020, a Laura Painceiras Martínez. Laura representa al Océano.

“Imagináos por un momento sentados en la Playa de Camposoto. En los rayos de sol fundiéndose con el agua, la arena entre los dedos, el sonido de las olas, el olor de la brisa. Si continuamos vertiendo plásticos y basuras sobre el océano, esto cambiará. El océano forma parte de nuestra historia como pueblo. No podemos permitirlo”, siguió diciendo la presentadora.

Natalia Pérez Lora le impuso el antifaz a la Colombina Mayor del carnaval 2020, Laura Painceiras Martínez, y le hizo entrega de un ramo de flores.

Luego, la nueva Colombina Mayor fue quien recibió al grupo de colombinas.

Alba Cantero Calle llegó representando a la Fauna. “Alba viene con un disfraz espectacular que nos habla de la importancia de los animales en el ciclo de la vida. Cada especie es una obra maestra que forma parte del equilibrio que sostiene al mundo: desde el tucán que llena de color las selvas tropicales, hasta los camarones, que son parte de la identidad de San Fernando…”

“Cada uno es una pieza del puzzle en el que se representa la vida. Con el aumento de la temperatura, los ríos y los pantanos se secan, los animales desaparecen… Y no vamos a dejar que eso ocurra. No somos nada sin ellos”.

Alba Benítez Cruceira entraba con su disfraz de la Flora. “¿Os imagináis un mundo sin flores? Alba se niega a renunciar a la belleza de los colores y los aromas. A través de ellas se reproducen las plantas”.

“Las necesitamos para esparcir las semillas, para alimentar a los insectos, para que sigan repartiendo vida. En los últimos años  se han perdido cerca de seiscientas especies. Con este magnífico vestido cuajado de flores, hoy nos ha adelantado ya la primavera”. Lucía Olvera Collantes llegó hasta el escenario “con un precioso trozo de Bosque. El bosque es nuestra memoria y nuestro futuro, dice Lucía. Es hogar para los animales y oxígeno para los habitantes del Planeta”.

“Es nuestro mediador con la atmósfera, a la que parece querer tocar extendiendo los brazos. Talar un bosque es hacerle una herida profunda a la Tierra, es condenarnos a nosotros mismos a quedarnos sin aire. Plantemos árboles, cuidemos nuestros bosques”, seguía narrando Loli Guerra.

Laura García Ortiz aportó el embrujo del Fuego. “Hay algo de magia en este elemento que ella ha sabido representar tan bien en su capa. ¿Quién no se ha sentido alguna vez hechizado delante de una hoguera?”

“Su descubrimiento fue esencial para el ser humano y el avance del mundo. Pero el hombre también aprendió pronto a hacer un mal uso de él, a olvidar las consecuencias que un cigarro mal apagado o la acumulación de basura puede tener para el Planeta que habitamos”

María Berea Ramos llegó con el viento en las alas. “¡Cuánto podría ayudar el viento en el cambio climático! De él podemos obtener la energía inagotable y limpia, que no produce contaminación”. 

“Pero a veces el viento se enfada con la humanidad, se llena de ira provocando huracanes ¿Por qué no me escucháis? parece decirnos cuando aúlla por entre las persianas de casa. ¿Por qué no cuidáis el Planeta? se le oye decir por los esteros”.

Paula Moreno Outón unió en su disfraz al mar y la luna. “Ella viene a contarnos que la luna corteja al mar, que lo atrae hacia ella provocando la subida de la marea. Y así es. A medida que la Tierra gira, es la parte que mira a la luna donde se produce la marea llena, mientras que en el lado opuesto, el agua baja”.

“Pero el aumento del nivel del mar está empezando ya a romper este maravilloso equilibrio. La marea sube cada vez más, borrando la costa. Paula no quiere que la luna esté triste”

Con Ana Velázquez Huerta el escenario quedó congelado durante unos segundos, porque Ana, con su disfraz, traía el Hielo.  “Tenemos que evitar que los glaciares se derritan. Si desaparecen, flotando hasta mar abierto, también terminaremos con los animales que han sobrevivido en ellos desde hace miles de años: Las morsas, los osos polares, los pingüinos… Vamos a poner de nuevo en sus ojos la esperanza. Estamos a tiempo, nos dice Ana, que ha llenado de escarcha este pasillo central”.

En último lugar, Irene Costa Muñoz quiso representar en ella a la Tierra. “Nuestro hogar, el lugar donde viven millones de seres vivos repartidos por los continentes, océanos y mares”.

“Desde la atmósfera la Tierra es un Planeta precioso, azul, lleno de vida. Y nosotros tenemos que luchar por ella, por la Tierra y por su belleza, dice Irene. Vamos a lanzar un mensaje de esperanza desde esta fiesta tan nuestra, tan cañaílla”.

Pierrots

Luego de la proclamación la alcaldesa de la Ciudad, Patricia Cavada, y de la delegada municipal de Fiestas, Mar Suárez, subieron al escenario para entregar, por este orden, el Pierrot de Plata se le concede este año a un romancero. A un hombre que lleva toda su vida con el palo y el tablero en la mano, carnaval tras carnaval.

“Un carnavalero al que pocos conocen por su auténtico nombre, pero todos le conocen como El Moi. Nos ha ofrecido un total de 27 romanceros. Romanceros como Cinco semanas en adobo, He vuelto de de Francorría, Nintendo lo que pasa, totá pa qué, Año mariano, El colchonero de las películas de pelo, y este año Mi gran hermano A bel si te gusta. Un romancero con las de Caín.

Subió entonces  José Manuel Bravo Rozano, El Moi y la delegada de Fiestas le impone el pierrot que reconoce toda una trayectoria en el Carnaval.

El Pierrot de Oro, lamentablemente este año, se concede a título póstumo. Hace tan solo unos meses nos dejaba Rafael Fernández Reyes. Empezó su trayectoria carnavalesca en 1985 cuando sacó la chirigota Julio Percha y los vagos romanos.

De su mano ha salido una treintena de agrupaciones. Agrupaciones que muchos tenemos en la memoria como Mickey Jackson y los biter cal, Chicago de noche, El concierto del siglo, Los que la levantan con el pito, o en 1996 la infantil que se hizo con el primer premio Los nietos de aquellos niños probetas. En sus últimos año, junto al también recientemente fallecido Juan Rivero, ha puesto música a las infantiles Con ustedes empezó todo, Los de la cantera, o su chirigota de este carnaval 2020, Los que entran por la cara. Recogió el Pierrot de Oro su hijo, Daniel Fernández González.

 

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