En una carretilla. Con toda la dignidad del artista y sobre todo la del personaje modelado. José Luis Tellado tuvo que llevar el busto que le habían encargado hasta el Ayuntamiento para su entrega y poder cobrar lo estipulado en el contrato, 10.285 euros más 935 euros de IVA poniendo fin a una odisea que comenzó allá a primeros de siglo y que no ha terminado.
Copia del contrato con el Ayuntamiento
La imagen tomada como modelo
Uno de los primeros bocetos
La legal y la formal sí; la herida que queda ante un caso como el que cuenta el escultor de un busto de Cayetano Roldán, el ex alcalde de San Fernando asesinado por la represión franquista.
Donde está la obra guardada no se sabe, aunque se supone que donde están guardados los bienes del Museo Histórico Municipal que no se han podido poner en el espacio expositivo del Castillo de San Romualdo.
Dónde la van a poner, si la ponen, tampoco se sabe a la espera de que alguien tenga una ocurrencia como colocarla ante el centro de salud del mismo nombre. No por aprovechar el dinero municipal gastado. O no solamente por eso. Sino porque allí es el mejor lugar posible al llevar el centro sanitario el mismo nombre que el exalcalde.
Todo comenzó con el último gobierno del Partido Andalucista todavía con Antonio Moreno al frente. Era la época en la que desde Urbanismo se trabajaba en la Plaza de las Esculturas, había un concurso de escultura cada dos años y la idea principal era humanizar la ciudad con un vendedor de camarones, un cartero con su enorme maleta de los años 50 o una persona normal y corriente que compraba el periódico en la esquina del cine Almirante.
A José Luis Tellado se le encargó el busto de Cayetano Roldán por aquellos tiempos con contrato por delante, aunque el proyecto estuvo varios años en suspenso a la espera de que se aclararan algunos puntos.
Tellado había hablado con las hermanas de Cayetano Roldán, ya fallecidas y había buscado toda la documentación gráfica posible, que era y es poca porque apenas quedan dos retratos del exalcalde.
El proyecto volvió a la palestra ya al final del segundo mandato de populares y andalucistas, cuando gobernaba José Loaiza, a instancias del concejal Angel Mártinez, aunque el nuevo contrato se “refirmó” ya con el gobierno Patricia Cavada, en julio de 2015, haciéndose cargo del contrato original.
Tellado llevó la copia de la imagen a la asociación de vecinos Madariaga y todo fueron parabienes e intentó que la vieran algunos concejales del equipo de gobierno socialista que no llegaron a verla, pero que transmitieron al artista si confianza en su buen hacer.
Envió la escultura a la fundición, un paso que cuesta unos 3.500 euros y la escultura llegó a San Fernando y ahí comenzó todo. Ante la ausencia de respuestas a la demanda del escultor de entregar su obra, su abogado le dijo que debía entregarla en el Ayuntamiento si al menos quería cobrar por su trabajo. Y allí fue, en una carretilla y perfectamente embalada para para que no sufriera daños, como llegó el busto a manos del Ayuntamiento.
Pero alguien no estaba de acuerdo con la elección que había hecho Tellado para tomar el modelo. Había una imagen con Cayetano Roldán más joven y otra con Cayetano Roldán como alcalde. Y esta última fue la que eligió.
Tellado con su obra.
Perfil del busto
Detalle del escudo corporativo
En las redes sociales. La existencia del busto de Tellado era notoria.
El escultor no quería modelar el busto de un médico, de una persona normal, sino de un alcalde de San Fernando y eligió la segunda imagen, la del alcalde. De hecho, se afanó en ilustrarla con los atributos de alcalde, con la medalla corporativa, con los detalles que hablaban de su puesto al servicio de la ciudadanía de San Fernando. Al servicio político del personaje, la causa de su asesinato.
El busto de Cayetano Roldán realizado por José Luis Tellado está lleno de detalles de su dignidad institucional y no es el que se colocó a principios de esta semana en la avenida que lleva su nombre.
Dice Tellado que no tiene más intención que dar a conocer esa otra historia del busto -el primero- de Cayetano Roldán; que no entra en las decisiones que se han tomado o se tomen a partir de ahora; que sólo quiere llamar la atención de esa otra obra que costó a los isleños unos 12.000 euros como consta en los papeles oficiales y que ese dinero salió de las arcas municipales y llegó a su cuenta corriente.
Hay más retazos de la misma historia que aclararían su final, pero ya no queda nadie para rebatirla o consentirla. Y ante eso mejor callar.
Pero hay dos bustos de Cayetano Roldán. Y uno es de José Luis Tellado. Punto final.
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