Igual lo que voy a decir resulta chocante para unas cuantas personas, pero no creo que a los votantes les interese mucho el global de la ideología de un candidato a cargo público. Muy pocos de estos candidatos se lo toman como lo que debería ser: la presentación de un currículo y al mismo tiempo un proyecto que necesita financiación pública.
En serio, no es un karaoke para que soltéis vuestros greatest hits ideológicos. No creo que haya habido ideólogo lo bastante bueno como para predecir cuál era la mejor solución para cada cosa según la circunstancia de cada sitio en cada momento. Una cosa son los fines, otra los medios, otra los plazos y otra los recursos. Obviamente, alguien que se presente a cargo público no debe esconder sus fines, porque ese el principal eje para el pacto social que propone a la ciudadanía. Pero en ese proyecto que presenta, y que necesita financiación pública para llevarse a cabo, debe especificar a través de qué medios lo va a conseguir, en qué plazos y con qué recursos cree contar para hacerlo. Y si tiene la capacidad.
Esta es una carencia de la mayoría de los grupos, pero en el caso de Vox, en concreto, que hace alarde de rotundidad de ideas y de palabras, me surgen más dudas aún, y sobre todo sobre sus fines, que es lo que en teoría dejan más claro los políticos. Creo que yo no soy sospechoso de falta de crítica hacia mí y los míos, así que no espero que se entienda como subjetivo el texto de esta columna; entiendo que, al menos eso, me lo he ganado.
Así que veo un partido que dice que los inmigrantes son más problemáticos que los nacionales porque no se adaptan a nuestras costumbres, porque tienen valores distintos a los nuestros y eso es algo que se nota en asuntos como la violencia de género o la delincuencia. Teniendo en cuenta lo que propone y de lo que se queja, a mí se me ocurre una pregunta, señor Abascal: ¿cuáles son los extranjeros que no se van a adaptar a la idea que usted tiene de cómo debería ser nuestra sociedad? Si dibuja una España donde no se acepta ni respeta la homosexualidad, las operaciones de cambio de sexo son un capricho, el Estado y la Iglesia son uno y trina, las mujeres no poseen libertad sobre su gestación y el padre es el cabeza de familia, ¿quién va a tener que adaptarse a nosotros, un extranjero marroquí o francés? ¿Está usted diciendo que una pareja de saludables norteamericanos varones que pasean de la mano por la Gran Vía debe entender que aquí no son bienvenidos? ¿Se sentirían más a gusto en la España que usted dibuja una excursión de salafistas o de budistas? Cuando se habla de prohibir la caza con perros, se habla de evitar una salvajada en el que un montón de animales sufre de manera innecesaria. ¿Qué se gana, objetivamente, permitiéndola? ¿Cree que habría más o menos perros ahorcados en un bosque cuando envejecen? ¿No le parece que los animales ya han hecho bastante por nosotros a lo largo de la historia, como para seguir explotándolos a sangre más allá de lo imprescindible? ¿Le gusta? Quiere expulsar extranjeros que cometan delitos y, ¿cómo espera que en esos países traten después a los españoles?
No entiendo sus fines. Habla de una España unida, pero, ¿en plan «la familia nunca te fallará» o como La casa de Bernarda Alba? ¿Quitando televisiones autonómicas? ¿Tiene constancia de que eso funcionase en las colonias de Ultramar o todo falló porque nunca pudimos quitarles esas putas televisiones autonómicas a los mexicanos y argentinos? ¿El fin último de su programa es vivir usted y unos cuantos más a gusto, sin ver matrimonios gais y cosas así? Pero ¿qué hay de práctico para los que no compartan su idea estética y religiosa de país? Es decir, dentro de sus fines, ¿todos tienen que ver con conceptos abstractos y fronteras? ¿No tiene algo relacionado con el modelo productivo, la competitividad energética, el empleo? A ver si va a ser que usted necesitaba un abrazo, un aplauso. Pero un programa electoral no es un karaoke, en serio. A mí no me interesa si le gustan o disgustan los bares de ambiente. 46 millones de personas esperan medidas serias y un plan de futuro.
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