Y llegó el día que parecía que nunca iba a llegar. Han pasado casi tres años desde que inició su particular cruzada para labrarse un futuro, para lograr ese autoempleo que desde todas las administraciones promulgan y luego son las primeras en poner las zancadillas. En efecto, Óscar Aragón ya tiene en sus manos por fin las llaves para abrir las puertas de su nuevo negocio, de su quiosco, en las inmediaciones del Parque del Barrero.
El acto de entrega de las llaves tuvo lugar en la jornada de este miércoles y fue él mismo el que dio a conocer la noticia en redes sociales con una simbólica imagen en la que se le ve introduciendo la llave en las nuevas instalaciones.
Atrás quedan años de incertidumbre, de puertas que se abrían para luego cerrarse, de horas de Pleno interminables con pancarta en mano, las mismas horas en actos municipales buscando siempre el mismo objetivo; abrirse camino en el mundo laboral y tirar para adelante con su familia.
Lo de la llave ha sido un penúltimo paso, que no el último, puesto que ahora Óscar Aragón está pendiente de la concesión de un crédito ICO que ha solicitado para poder colocar el mobiliario y comprar las mercancías que le van a permitir que el quiosco eche a andar. Él estima que será a mediados del mes de agosto cuando abra sus puertas.
Óscar, tras su ardua pero fructífera lucha, ha querido agradecer a “esos cientos de isleños que han estado a mi lado, que se han sumado a mi causa y que incluso han recaudado dinero para que esto pueda ser una realidad”.
También se acordó de los medios de comunicación. “También tengo que dar las gracias a los periodistas en general por el trato que he recibido, ya que desde un primer momento os hicísteis eco de mi lucha con la administración. Le habéis dado voz al necesitado sin callar la verdad. Tenéis una profesión con una connotación ética muy importante”.
A partir del próximo mes de septiembre, si todo sale como está planeado, el Gobierno local podrá de nuevo alardear de tener un desempleado menos. Eso sí, que nadie se olvide que ha tardado tres años en dejar las listas del SAE y no por su culpa precisamente.
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