Los que nos acercamos al 15M y posteriormente a Podemos sin proceder de ningún partido político no estábamos obviamente preparados para el nivel de organización de Izquierda Anticapitalista, ya fuese en las plazas o en los círculos. Por eso, muchos de nosotros, ante la presión y el ostracismo, nos habíamos sentido solos, incomunicados y, en cierto modo, desmoralizados.
Sin embargo, lo que ha sucedido a raíz de la dimisión de Isabel Franco y de que se haya visto obligada por el reglamento de primarias (elaborado por los cercanos a Teresa Rodríguez) a presentarse como candidata presidenciable ha provocado un efecto que estoy convencido no era deseado por los Anticapitalistas: nos hemos encontrado, hemos hecho listas de Whatssap, estamos reunidos en grupos de Telegram, nos hemos saludado y abrazado en bodegas, plazas y asociaciones de vecinos, compartimos conocimiento y experiencia, tenemos estrategia y táctica, equipos de trabajo y la elevada moral del que ya lo daba todo por perdido. Cada puesto tres, dos o uno que consigamos en primarias será una victoria, porque hace tres semanas dábamos a Podemos en el territorio por perdido. Cada puesto uno, dos o tres que la Marea Anticapitalista no consiga, será una flagrante derrota, porque contaba con la preparación previa, el aparato del partido en Andalucía y la simpatía de medios que quieren un Podemos desaparecido.
Defender Podemos Andalucía ha nacido pensando al mismo tiempo en el corto y el medio plazo. Es decir, que no dependemos en absoluto de los resultados de estas primarias. De hecho, si el equipo de Teresa sigue en sus trece de presentarse con un nuevo sujeto político a las elecciones andaluzas, lo decidido en estas primarias será intrascendente excepto en haber dejado claro que no somos dóciles ante el oficialismo autoritario de este consejo ciudadano autonómico y sus comisarios políticos. Lo que importa es que, si los Anticapitalistas se quieren ir, se pueden ir en el momento en que quieran, porque existe suficiente capital humano, talento, formación y ganas para seguir con el proyecto de Podemos en Andalucía exigiendo más autonomía para nuestra tierra en el Congreso y razonandoa las compañeras y compañeros del resto del territorio que es bueno que tengamos un grupo propio en el Parlamento.Porque los Anticapitalistas ya no pueden razonar nada con las compañeras y compañeros del norte de Despeñaperros después de haberlos llamado máquina del fango y haber usado la expresión mesetario como un insulto. El equipo de Teresa Rodríguez ya no tiene ningún ascendente en Podemos a nivel estatal y a nivel autonómico el único futuro que les queda es cambiar de partido, porque el cheque en blanco se les ha acabado y sin cheque en blanco no tienen capacidad de movimiento.
Podemos Andalucía ya tenía un programa electoral que defiende a los andaluces; de no ser así, no cabría en cabeza humana pensar que Teresa Rodríguez lo hubiese suscrito. Podemos Andalucía ya tenia un proyecto sólido para nuestra tierra sin tener que avergonzase de su propio nombre; de no ser así, no cabría en cabeza humana que Teresa Rodríguez se hubiese sentido cómoda siendo su máxima representante.
La resistencia ya ha ganado simplemente porque ha resistido el más fuerte ataque contra la identidad del partido que los ilusionó, los sacó de sus casas, los hizo formar círculos, pedir firmas, pintar pancartas y pegar carteles. Isabel Franco se ha visto obligada a dar la cara y se ha encontrado con la mejor de las sorpresas: que Andalucía estaba llena hasta los topes de podemitas a los que nadie tiene que decir cómo y por qué ser andaluces, que no necesitan pintarse la cara de colores para serlo, y que respetan lo votado. Demócratas rebeldes de los pies a la cabeza que de nuevo están unidos y decididos a todo.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
