La Federación Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo (Faecta) tiene un lema formidable para atraer a nuevos emprendedores: “Hay personas que sueñan con grandes cosas, pero hay otras despiertas que las hacen”. Esta frase resucita como un martillo torturador cada vez que veo a Andalucía dormida en un plácido sueño de conformismo; cuando la observo ensimismada en un ombliguismo miope; cuando la sufro sumergida en una saturación hiperbólica de las tradiciones que son esenciales para entender lo que fuimos, pero no son lo único para saber lo que somos; cuando se fustiga melancólica por lo que pudo ser y no fue por culpa de los yugos externos, o cuando se resigna y no se rebela ante la injusticia institucional, económica o social.
¡Andalucía, por favor, despierta de una vez!Deja de soñar con grandes cosas y hazlas. Sacúdete de complejos, de atávicos sermones estériles, de tópicos injustos foráneos, de muchos andaluces profesionales que los difunden frívolamente también, de altavoces que propagan únicamente una Andalucía anclada en el pasado, de inmovilistas que inútilmente plantean la dicotomía entre costumbre y modernidad, de empresarios de barriga, puro, machismo y caspa que sólo pensaron en su prosperidad y nunca en la de esta tierra, de emigrantes que ridículamente castellanizan su acento, de pigmeos que dejan que se marchen nuestros mejores comunicadores y talentos, de políticos gregarios de las direcciones nacionales, demedios que no representan a la sociedad actual, y del pelotazo y enchufismo que enterraron la exigible cultura del esfuerzo y la meritocracia.
Con esto,no digo que Andalucía renuncie a esa mezcla fabulosa de hedonismo y senequismo que la hacen ser única. Lo que confieso es mi cansancio de ver a Andalucía sin pilotar su presente ni diseñar su futuro. Y no sólo me refiero a la sociedad. La Junta falla también en su ambición: ¿a qué está esperando la presidenta para dar un puñetazo en la mesa y exigir –no sólo con palabras- una justa financiación, inversiones en la media y herramientas para sacarnos de la cola del paro? ¿De qué le ha valido a Susana Díaz ser la alumna aventajada de Cristóbal Montoro en el cumplimiento del déficit, el pago a proveedores o una menor deuda? No estoy invocando la insumisión ante el Estado del que forma parte, pero sí enseñar los dientes al Gobierno central que no está devolviendo a Andalucía la lealtad que ha recibido de ella. Como tampoco estamos siendo leales los andaluces con las generaciones pasadas que lucharon por la libertad y la iniciativa a las que hemos renunciado hace tiempo.
Posdata: Quedan 597 días para que finalice el injusto peaje de la AP4.
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