San Fernando Cofrade

Alberto Salas recibe la I Torrija de Oro de la Tertulia El 4º palo

El premio se otorga al más "jartible" de la carga y supone una novedad en el almuerzo que se celebra el Viernes de Dolores.

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai

Tarde lluviosa, con menos participantes que en otras ocasiones, pero al fin y al cabo la comisa del Viernes de Dolores cumplía 28 años y ha sido en esta ocasión cuando se ha creado la distinción Torrija de Oro, que en la primera edición ha sido entregada a Alberto Salas Sánchez, conocido en el mundo de la carga como Zaragoza.

En el acto también tuvo lugar el XXII pregón del Jamesteba, muy esperado cada año, que fue el preludio a la intervención de Juan Antonio Aragón Jiménez, quien presentó la nueva distinción y justificó su entrega.

"Torrijas, torrijas y más torrijas. En Semana Santa es raro que no las veas en los escaparates de las pastelerías, como postre en la carta de cualquier restaurante, o preparadas caseras.

De las torrijas, también llamadas torejas o tostadas según la zona, ya se hablaba en época de los romanos. Recetas del siglo I d.C. escritas por el gastrónomo romano Marcus Gavius Apicius ya mencionaban un dulce muy similar a las torrijas.

Aunque las torrijas, más parecidas a tal y como las conocemos ahora, tienen su origen en el siglo XV y nacen como una costumbre muy alejada de la celebración de la Semana Santa.

Estos dulces elaborados a base de pan duro, huevos, azúcar, leche o vino comenzaron a preparase para aliviar a las parturientas al dar a luz y favorecer su recuperación postparto allá por el año 1600. En un principio las torrijas se preparaban con rebanadas de pan de pequeño tamaño, y se servían acompañadas de una copita de vino.

Pero ¿cómo llegaron a ser un dulce de Cuaresma y Semana Santa? No se sabe a ciencia cierta como las torrijas se han instaurado como postre típico en estas fechas, pero lo cierto es que al ser un alimento saciante y calórico que aportaba energía, comenzaron a incluirse en la Cuaresma para compensar los períodos de abstinencia de algunos alimentos. Aunque la verdad cuesta creer que en la Edad Media sobrase mucho pan duro y el comer carne fuera tan abundante como para echarla de menos durante la Cuaresma. . El arte de la cocina estaba en los conventos, allí las monjas durante los días de abstinencia, aprovechaban el pan duro, bañándolo en miel y leche. Acompañaba a su sabor, un significado místico, la Resurrección de Jesús, identificando las sobras del pan (con su cuerpo inerte), la fritura en aceite (con el sufrimiento), la leche y miel con el resurgir y la esperanza. De ahí el simbolismo de su consumo en este período del año que se ha mantenido hasta nuestros días.

Las torrijas se asocian a tiempos difíciles y de estrecheces económicas, en las que disponer de un elemento barato y asequible como los restos del pan permitían poder comer algún dulce de vez en cuando sin gastar mucho. De hecho para preparar torrijas, lo ideal es que el pan sea algo duro, de dos o tres días, también se elaboran de vino dulce, porque la tradición popular nos dice que las torrijas representan el cuerpo y la sangre de Cristo.

Más adelante, a comienzos del siglo XX, las torrijas perdieron un poco su vinculación religiosa y se hicieron habituales en las tabernas madrileñas, acompañadas por un vaso de vino.

Pero no solo en España se consumen torrijas, otros países de Europa tienen también su propia versión de torrija tradicional. En Francia llaman a su versión el pain perdu, o sea, el pan perdido. En Gran Bretaña y Alemania las denominan algo parecido, poor knights of Windsor y Arme Ritter respectivamente. Los portugueses las conocen como rabanadas, aunque son más un dulce típico de Navidad. Los americanos a las torrijas las llaman french toast, los suizos las llaman fotzelschnitten , los austríacos pofesenbundás kenyér en Hungría y wentelteejfe en los Países Bajos.

Acerca del Zaragoza

Se inició como cargador en 1974 y ha trabajado bajo los palos durante 26 años, perteneciendo a las Cuadrillas de Nicolás Carrillo, Mater Amabilis y Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC), desempeñando en la actualidad en dicha Asociación las funciones de Capataz , Asesor de Carga, Presentador, Mediador, Confesor de cargadores y otros muchos cargos que aún no tienen ni nombre.

Es autor de tres libros sobre la Semana Santa de San Fernando: Cargadores de la Isla, (Historia, tradición y anécdotas), Anecdotario comentado de Semana Santa y Tratado sobre el Estilo Isleño de Carga. Que tenéis aquí a precio especial 4º Palo

Ha publicado artículos sobre temas de Semana Santa en el Mirador de San Fernando, Suplemento Cofrade del San Fernando Información, revista cofrade El PenitenteEl Botijo Cofradiero, El Castillo de San Fernando (digital), así como diversos artículos y poemas en boletines de la JCC, y de cofradías como Ecce-Homo, Afligidos, Nazareno, Perdón, Soledad, Resucitado …. la Gazzeta de la Carga ,Washington Post…

Como este premio se instaura para el más “Jartible” de la carga… quien mejor que el “Zaragoza”, al cual no se le conoce otro tema de conversación que no sea este, la carga!, La carga en la Isla, su historia, sus personajes, su estilo…., como que ya ha publicado tres libros y va camino de adelantar a la Saga de Harry Potter.

Conste que en este grupo de amigos el título de “Jartible de la Carga” no es peyorativo, ya que si le cambiamos la J por la H , el resultado es “HARTIBLE”, que vendría de HARTO DE, y en este caso sería HARTO DE LA CARGA, lo que pasa es que en nuestro léxico, somos propensos a cambiar la pronunciación de la H muda por la J, de ahí la pronunciación, como en HOLGORIO por JOLGORIO o AHORCAR por AJORCAR porque con el curriculum de carga que tiene el “Zaragoza” (yo no sé quién es Alberto Salas, aunque me suena a algún militar), lo último que pretendemos y pretendo es faltarle al respeto, quede muy claro.

Eso sí, esto no quita que lo mismo, en posteriores galardones, este se le otorgue a algún personaje de forma Peyorativa por merecimientos propios, pero repito que no es el caso del “Zaragoza”.

Una vez aclarado esto, y después de explicar la historia de LA TORRIJA y acercarnos al perfil cargador y últimamente Cufrade del Zaragoza (quien lo diría), Recitaré la oración a la Torrija cuya copia os daré luego para que se recite en años venideros", manifestó Juan Antonio Aragón, que culminó con su oración a la torrija:

¡Oh Dulce Torrija!

El postre de la cuaresma,

ese que a todos encanta…….

y que el saque no nos merma al llegar Semana Santa.

¡Oh Dulce Torrija!

Das calorías de sobra,

para cargador y penitente,

y que desde la Edad Media…..siempre tuvimos presente.

¡Oh Dulce Torrija!

Tú que te crías en aceite,

envuelta en huevo y vino,

otras en huevo y leche,

con perfume a Canela y de limón otras veces

¡Oh Dulce Torrija!

Que siempre podamos tenerte,

terminando en borrachera,

para todos los presentes,

y de esa forma nos protejas

de la envidia de la gente

que por estas fechas hay muchas…..

y al que envidia nos tenga,….

que se la coma y reviente!

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN