“Todos los que estamos en la primera línea vamos a tener una responsabilidad, que es decidir y para decidir hay que tener una imagen de lo que tenemos. Algún día habrá que decidir y tenemos que mostrar los medios que tenemos para tomar las mejores decisiones”.
Lo dijo el general de división, Manuel Gimeno Aránguez, segundo jefe de la Unidad Militar de Emergancia (UME), en la jornada final del simulacro de intervención por terremoto en San Fernando.
Y hubo otra frase que también detalla a la perfección por qué se han movilizado tantos medios de tantos organismos y cuerpos. Lo importante -dijo el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Juan Luis Belizón, no es lo bien que se hace, sino “los fallos que hallamos cometido”.
El estudio y la solución de esos fallos son la mejor garantía de que no se cometerán en un caso real. O al menos, existen menos posibilidades de que se cometan.
Y la tercera frase que redondea ese porqué la dijo el Comandante General de Infantería de Marina, Jesús Manuel Vicente Fernández, “la suerte hay que buscarla en el entrenamiento”.
En sus doce años de existencia, la UME lleva más de 400 intervenciones reales y todas ellas han sido fruto del entrenamiento, de limar fallos, de decidir bien sabiendo con qué se cuenta en cada momento.
Sobre esa filosofía, la del entrenamiento, coordinar los planes de seguridad locales con los provinciales, con los regionales y con los nacionales, llegado el caso, se han vivido dos días de simulacro de terremoto de 5,8 grados en San Fernando y las posteriores inundaciones.
La sensación final, a falta de analizar pormenorizadamente todos los datos, es que San Fernando, la Bahía, la provincia... todos los medios que intervinieron coordinados entre sí, están ahora más preparados para abordar una catástrofe porque todos tienen la misma imagen de los medios con los que cuentan.
A la segunda jornada del ejercicios se sumó ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, quien calificó el ejercicio como “la mejor receta para responder a situaciones de emergencia de forma eficaz”.
Este ensayo, según ha recordado Sanz, ha sido impulsado por la Delegación del Gobierno en Andalucía dentro del plan que desarrolla el propio Gobierno de España a escala nacional con el fin de mejorar la coordinación y la formación frente a las catástrofes de diferente índole, tal y como aconseja la nueva ley del Sistema Nacional de Protección Civil.
En el desarrollo de estas maniobras han colaborado el Estado, la Junta y el Ayuntamiento con el objetivo de poner a prueba los mecanismos de coordinación y respuesta de las tres administraciones y de todos los que intervienen frente a este tipo de desastres naturales.
“Se trata de un gran esfuerzo conjunto que merece la pena, porque nos sirve para engrasar los mecanismos de respuesta ante las eventuales emergencias”, ha dicho Sanz.
Y no sólo fueron los profesionales. La alcaldesa, Patricia Cavada, agradeció la participación de la ciudadanía, indispensable para calibrar gran parte de las actuaciones.
El ejercicio
El ejercicio se ha diseñado atendiendo a los criterios de mayor realismo, proyección en tiempo real de recursos, incidentes simulados y actuación coordinada de todos los operativos e instituciones implicadas en la resolución de las emergencias para probar de forma efectiva los mecanismos de respuesta.
Durante el desarrollo del mismo, los operativos participantes desconocían las incidencias que se iba a ir recreando para que, tanto la dirección operativa de la emergencia, como los intervinientes que han participado trabajasen de forma coordinada y en equipo como si de un caso real se tratase.
La finalidad última del ensayo ha sido consolidar la integración de todas las capacidades del ámbito local, autonómico y estatal; tanto civiles, como militares, para responder eficazmente a una situación de emergencia y/o catástrofe colectiva.
En las dos jornadas de actividad del ejercicio se ha activado el Plan de Emergencias Municipal (PEM) de San Fernando y el Plan de Emergencias de Andalucía ante el Riesgo Sísmico en su fase provincial. Una vez que se activó esta fase, la dirección de la emergencia pasará del ayuntamiento a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz.
Aunque no se simule una emergencia de interés nacional, se ha requerido la incorporación de las capacidades militares, tanto de la Armada, como de la UME, tal y como prevé Ley del Sistema Nacional de Protección Civil. Precisamente, uno de los objetivos del simulacro es probar la actuación de las Fuerzas Armadas en la intervención de una emergencia que suponga grave riesgo, catástrofe o calamidad pública, en apoyo a las autoridades civiles. La Armada, con sus medios de la Flota y de Infantería de Marina, ha apoyado históricamente a la población en catástrofes.
El ensayo también prevé evaluar la operatividad de los mecanismos establecidos en los protocolos de actuación vigentes, probar el despliegue de los medios y el trabajo de coordinación del personal operativo, además de ensayar capacidades de mando y control, contención de agua, achique, limpieza y extracción de lodos, bús-queda y rescate urbano (USAR), logística, comunicaciones, asistencia sanitaria y atención a damnificados, entre otros aspectos.
Además del seísmo se han simulado episodios de inundaciones que han obligado a desalojar una localidad por medios marítimos, aéreos y terrestres. Los servicios de emergencia se han visto obligados a realojar a los evacuados, a los que tendrán que ofrecer albergue y atención básica. Se ha puesto en práctica el protocolo de atención a la cadena de damnificado, que ha estado representado por alumnos de colegios de San Fernando y personas con discapacidad funcional, a los que se ha asistido en un Centro de Atención al Ciudadano y Albergue de Damnificados habilitado por Cruz Roja. Este centro tenía una capacidad de asistencia para 350 personas y estaba ubicado en el Poliderportivo del Centro Comercial Bahía Sur.
El centro neurálgico de coordinación de los efectivos intervinientes en el simulacro se ha establecido en un Puesto de Mando Avanzado (PMA), que ha desplegado Emergencias Andalucía. En él se han integrado los representantes de todos los grupos de intervención que forman parte de los distintos planes. Además, se han previsto escenarios de actuación en los Polvorines de la Fadricas, Arsenal de la Carraca y Caño de Sancti Petri, entre otros.