El desarrollo de la Casería de Ossio siempre pasó por ocupar San Carlos

Todo el desarrollo residencial de la zona norte de la ciudad estaba concebido contando con los terrenos de Defensa.

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  • El PGOU preveía atravesar San Carlos de norte a sur y de este a oeste -
  • El Ayuntamiento llegó a proponer que una carretera atravesara la Escuela de Suboficiales
  • Defensa negó desviar la Zona de Seguridad en el solar de la Constructora para evitar sorpresas
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Fernando ha estado concebido desde el principio pensando en el uso intensivo de buena parte de la población militar de San Carlos y no sólo para ubicar infraestructuras hacia los núcleos residenciales, sino incluso ocupando terreno que hasta ahora estaba fuera de cualquier planeamiento urbanístico.

Ello ha obligado al Ministerio de Defensa a mirar con lupa los planteamientos del equipo de Manuel González Fustegueras y las indicaciones andalucistas y como ha venido ocurriendo desde el principio, rechazando las pretensiones municipales de invadir la zona que da al saco de la bahía, una de las peor desarrolladas de la ciudad a pesar de su indudable potencial reflejado en el documento desde el primer Avance que se hizo público.

Sólo hay que mirar las pretensiones municipales que fueron rechazadas por Defensa en el mes de noviembre de 2007, en la que se incluían tanto la petición de permisos para las nuevas carreteras como la desviación de la zona de seguridad en Fábrica San Carlos. O sea, entrar prácticamente en la población con la construcción de unifamiliares.

El impacto de esas pretensiones era tal que incluso preveía que la Escuela de Suboficiales se partiera en dos con la construcción del eje Norte-Sur que enlazaría el paseo Joly Velasco con los terrenos de la Constructora y que serviría para desahogar toda la Casería de Ossio con sus miles de viviendas nuevas.

Esa era una de las dos infraestructuras viarias que se proponían y que desde Defensa se consideraba que incidirían en la actividad de la población militar de San Carlos al tener que soportar más tráfico del que tiene en la actualidad.

La otra era la ampliación de la carretera del Centro de Instrucción de Marinería, que pasaría a tener cuatro carriles en la llamada Ronda Norte y la utilización de la carretera de acceso al arsenal y Puente de Hierro, para luego enlazar con el pretendido eje Tres Caminos-La Carraca, que daría salida a las aglomeraciones residenciales del Sector I.

Las cosas claras
La respuesta del Ministerio de Defensa a esas peticiones fue clara, aunque no exenta de alternativas que el Ayuntamiento no estimó desde el momento en que suprimió esas pretensiones del documento del PGOU.

En lo que se refiere a la Ronda Norte, de este a oeste de la ciudad, el ministerio contestó que “no se aceptará el trazado como está propuesta actualmente, pero la Armada no se opone a que su trazado discurra soterrado, si fuera el caso”. Algo demasiado costoso y sin nadie que lo pague.

En lo referente al eje Norte-Sur entre el paseo Joly Velasco y los terrenos de Fábrica San Carlos, la respuesta fue también que “la propuesta actual no es aceptable, pero se aceptarán vías alternativas (fundamentalmente que discurran por el noroeste del Hospital Básico de Defensa”. O sea, fuera de la población militar que pudiera estar dentro de algún perímetro de seguridad, pero ni por asomo atravesando nada menos que la Escuela de Suboficiales de la Armada como pretendía el Ayuntamiento de San Fernando.

Sin embargo no todos fueron nones a las pretensiones de expansión, bien por parte del Ayuntamiento con el PGOU o bien a instancias de empresas de la construcción o de vecinos afectados por problemas legales en los pisos de la calle Capitán Conforto.

En lo que se refiere a la desviación de la línea de seguridad en los terrenos cercanos al solar de la Constructora (promoción de Arenal 2000), Defensa aceptó modificar un segmento de la línea para permitir la liberación del Sector I Casería Norte que afectaba a los bloques de 56, 60, 26, 32 y 58 viviendas y de la misma forma y como ya se explicaba en la edición de anterior, salvaba las casas de Provigades que quedarían fuera de la línea que delimitaba la Zona de Seguridad.

Eso se decía a finales de 2007 como una intención, aunque luego, en el juicio por el caso Provigades que tuvo lugar a finales del año pasado, se decía desde la acusación particular contra el empresario que las viviendas habían quedado entre las dos líneas, por lo tanto, afectadas aunque no se ejecutaría la sentencia de demolición del Tribunal Supremo.

Defensa, sobre esas peticiones, sí dio el visto bueno sin reparos a la construcción del Club Náutico de la Casería de Ossio, que después de varios parones ya se está levantando y está, al menos, adjudicado casi todo el proyecto.

Guardándose las espaldas
No obstante, se guardó las espaldas sobre el futuro de los terrenos de la Fábrica de San Carlos, que en el documento remitido al Ayuntamiento por el almirante de la Carraca, referente a la contestación del Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), llama “antiguo solar de la fábrica de armas”.

En esa carta queda meridianamente claro que no se eliminará la Zona de Seguridad, pero sí se reducirá, “de manera que el nuevo trazado de línea de seguridad en el citado solar permita el control de la construcción de las nuevas edificaciones y garantizar la seguridad de las propiedades próximas”. Esto es, cubrirse las espaldas.

Por cierto y lo mismo que cedía en el Sector I, se lo recobraba en la Factoría de Subsistencia, que se incluía dentro de la Zona de Seguridad. Por si acaso se pretendía avanzar con el Parque de la Historia y el Mar.

Un PGOU absolutamente mutilado
El alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo, calificó el informe desfavorable de Defensa como “no positivo” y defendió el diálogo con el ministerio para aclarar los malentendidos que pueda haber en el documento y que dicho sea, no ha sido dado a conocer todavía ni siquiera a la oposición municipal.

La delegada general del Área de Urbanismo, Carmen Pedemonte, también defendió el diálogo pero fue más expeditiva a la hora de valorar la necesidad de aprobar el documento que está esperando la ciudad desde hace años y del que dependen importantes actuaciones de futuro.

Pedemonte manifestó que si hay que eliminar actuaciones del PGOU para que Defensa dé el visto bueno y poder llevar el plan a su aprobación definitiva, se hará. Al fin y al cabo, eso es lo que se ha hecho ya en un PGOU totalmente descafeinado por cuanto no contempla la ordenación de los polvorines de Fadricas ni de los terrenos de Camposoto -para que el PSOE lo votara-, ni el suelo industrial de la Carraca que Medio Ambiente denegó.

Ofrecimiento de una reunión a "más alto nivel"
El viceportavoz del PSOE y encargado de los asuntos urbanísticos, Carlos García Caballero, dijo que la situación es la lógica cuando se intenta diseñar una ciudad con una tercera parte propiedad del Ministerio de Defensa sin contar con ese propietario y que tales cosas no ocurrirían si el diálogo fuera previo y no después de las negativas a los planes municipales.

Un diálogo fluido que se antoja difícil teniendo en cuenta que el Ayuntamiento puso en marcha una reserva de suelo antes de las elecciones de 2007 en la que el destino final puede ser la expropiación de terrenos del ministerio.

No obstante, García Caballero reiteró el ofrecimiento de los socialistas al Gobierno municipal de trabajar para lograr un encuentro “al más alto nivel” entre políticos municipales y de Defensa. Un encuentro que el alcalde rechazó de plano en su día diciendo que él ya estaba negociando “con quien hay que negociar”.

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