La banca independiza Abengoa de sus aún hoy familias propietarias para rescatarla

Publicado: 02/03/2016
El cese a dúo de los dos presidentes, Domínguez Abascal y Benjumea, es el primer paso para que las cinco familias andaluzas que aún controlan el grupo se queden como máximo con el 5%. Los futuros dueños separan así la insolvencia de la empresa de la de su matriz, Inversión Corporativa
Los acreedores financieros -bancos y bonistas- que tienen 9.395 millones de deuda con Abengoa y van a convertirse en los propietarios de la compañía si finalmente se firma la reestructuración del pasivo que evite el concurso han dado el paso clave para lograr “independizar” a la empresa de sus actuales dueños, las cinco familias andaluzas agrupadas en Inversión Corporativa. El cese el martes en sus cargos de presidente ejecutivo y presidente de honor -y asesor-, respectivamente, de José Domínguez Abascal y de Felipe Benjumea, es el pistoletazo de salida para que, cuando esos acreedores tomen al menos el 95% de Abengoa, el equipo gestor responda a sus intereses y no a los de esas familias. La bolsa premió ayer esos ceses con un alza del 9,5% en las acciones, hasta 0,15 euros.

Ha sido esa pugna entre socios actuales y futuros (un grupo de 7 bancos liderado por Santander) el que ha determinado el cese de Domínguez Abascal, hombre de confianza de los Benjumea y las otras cuatro familias y vicepresidente de Inversión Corporativa, el hólding que aún tiene el 51,2% de los derechos de voto. IC pasará a tener como mucho el 5% de la futura Abengoa, según el borrador de acuerdo que debe firmarse antes del 25 de marzo para salvar la parte de la compañía que seguirán operando.

Domínguez Abascal quedará de momento como consejero externo, mientras que Benjumea ha visto rescindido el contrato de asesor por 1 millón al año firmado cuando cedió el testigo a su hombre de confianza el pasado 23 de septiembre. Benjumea no cobró nada por ese contrato en los tres meses de 2015.

La salida de ambos, y el nombramiento de Antonio Fornieles como nuevo presidente ejecutivo, permite además visualizar que la situación de insolvencia de Abengoa discurrirá de manera independiente de la de IC, que también está en preconcurso. La presión de las familias por retener el mayor poder de voto -y poder interno entre la cúpula directiva- en la nueva Abengoa les llevó a exigir retener hasta el 15% en función de determinadas condiciones. Con ese paquete, los propietarios pretendían poder hacer frente a la deuda de IC de más de 100 millones con varios bancos contraída para mantener el poder en Abengoa. Los acreedores se han negado, lo que dificulta el preconcurso de IC.

Prebendas

Domínguez Abascal ha tenido un enfrentamiento con Benjumea con motivo de la exigencia del cese de ambos en sus cargos. Está por ver si Benjumea, presidente ejecutivo de IC, lo mantiene como vicepresidente en la aún matriz de Abengoa. Abascal, en cualquier caso, llegó a la presidencia con carácter tempora, aunque su cese antes de que se llegara a firmar un acuerdo ha sorprendido. Los acreedores estaban muy molestos con las prebendas de las que se guía gozando Benjumea, como asistencia a los consejos de administración y capacidad de influencia en el equipo gestor que él nombró.

También está en entredicho, a medio plazo, el cargo de director general de Santiago Seage, exconsejero delegado de Abengoa, en la principal filial, Atlantica Yield. Su cargo debe ser ratificado en junta de accionistas, y la nueva Abengoa controlada por la banca tiene el 41% de la filial. Seage es otro de los hombres de confianza de Benjumea.

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