Más de 1.000 empleados en plantilla fija que se triplican y hasta cuadriplican cuando está a pleno rendimiento y da trabajo a la industria auxiliar; pieza clave, por tanto, como pulmón laboral de una ciudad que ojalá gozara de muchas como ellas. Y por ende, uno de los brazos que sustenta y debe sustentar en el futuro la economía isleña.
En efecto, se trata de Navantia, quizás esa gran desconocida para la mayoría de los isleños y que este sábado, para conmemorar su décimo aniversario, ha celebrado una jornada de puertas abiertas que ha generado una gran expectación entre los cientos de curiosos que han podido conocer de primera mano que se cuece día a día en ese rincón situado en un extremo de San Fernando.
Los ciudadanos que se han acercado han podido conocer los talleres de construcción naval, así como las instalaciones de los negocios de Reparaciones y de Sistemas, éstas últimas heredadas de la antigua Fábrica de Artillería.
La actividad del astillero isleño se remonta a 1730, con la creación del arsenal militar de La Carraca, y su misión era construir y reparar los buques de la Armada Española. En 1908, las instalaciones de este astillero fueron arrendadas por la Sociedad de Construcción Naval (La Naval), de capital británico. Al expirar este contrato, al término de la guerra civil española, el Gobierno creó el Consejo Ordenador para que asumiera transitoriamente la gestión de la factoría, junto con la de Ferrol y Cartagena, hasta cederlos a una nueva empresa mercantil, que surge en 1947 bajo el nombre de EN Bazán de CNM SA y con titularidad pública. Tras la fusión con Astilleros Españoles que dio como origen a Izar, en marzo de 2005 se creó Navantia.
Sus creaciones
En las gradas del astillero de San Fernando han sido botados pesqueros, remolcadores, catamaranes, ferries, lanchas, patrulleros. En los últimos años es de destacar la construcción de patrulleros para la Armada de Venezuela y para la Armada Española y de lanchas de desembarco para la Armada Española y la Marina Australiana.
El astillero de San Fernando alberga también instalaciones de Reparaciones y el centro de excelencia de la compañía, la unidad de Navantia Sistemas, para el diseño, desarrollo e integración de sistemas complejos de alta tecnología, aportándole de esta forma la capacidad de sistemista que lo diferencia del resto de los astilleros tradicionales.
Sus líneas de actividad incluyen el diseño y fabricación de Sistemas de Combate y de Mando y Control, Sistemas Integrados de Control de Plataforma, Direcciones de Tiro, Plantas Propulsoras y el Apoyo al Ciclo de Vida de todos sus productos. Aunque su actividad principal es el campo naval, Navantia diseña y fabrica sistemas para los Ejércitos de Tierra y del Aire.
Pablo López Díez, director de la factoría isleña y la de Puerto Real, y Alfredo Gordo, director corporativo de sistemas, dieron las gracias a todos los que hicieron posible esta jornada de convivencia. En cuanto a los próximos retos, el próximo año se pretende colocer la quilla de un nuevo BAM, que será botado a finales de ese mismo año y entregado en 2017.
Por su parte, Gordo destacó el hecho de que toda la alta tecnología que actualmente se usa en Navantia es generada en España.
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