La Junta de Andalucía ha cedido a las presiones de Ciudadanos, el partido que con sus votos elevó a Susana Díaz hasta la presidencia del Gobierno autonómico, y acepta que los próximos Presupuestos de la comunidad incluyan la rebaja de impuestos contemplada en el punto número 17 del acuerdo que suscribieron ambas formaciones para la investidura. Lo que era un compromiso sin fecha que debía materializarse “a lo largo de la legislatura”, tal y como insistía a principios de septiembre la consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, se adelanta ahora al próximo 1 de enero tras las presiones ejercidas por la formación que lidera en Andalucía Juan Marín, que el viernes volvió a alertar al Ejecutivo de que si esta semana no había “movimientos” favorables a sus demandas debería buscar otro aliado para sacar adelante las cuentas públicas.
El PSOE tomó nota del ultimátum y, quizás consciente de la nueva condición que impone su mayoría insuficiente, dio este lunes el ansiado sí a la formación naranja durante la reunión que las cúpulas de los dos partidos mantuvieron en el Parlamento y que estaba convocada para supervisar el estado de su acuerdo.
Sellado el pacto fiscal, la Junta concede luz verde a una reforma en el tramo autonómico del IRPF que implica, en la práctica, una rebaja de dos puntos en todos los tramos para los ingresos que oscilen entre los 12.450 y los 60.000 euros. Por encima de ese listón no habrá rebajas. La Administración dejará de ingresar 120 millones de euros que, confía, supondrán un “alivio” para más de tres millones de contribuyentes que dispondrán ahora de más efectivo en sus bolsillos y podrán inyectar liquidez a la economía para, en última instancia, fomentar el empleo.
El impacto en el bolsillo
Marín anunció el acuerdo y Montero compareció a continuación para detallar la reforma. Según los propios cálculos de la Consejería, un contribuyente sin hijos que ingrese 13.000 euros se ahorrará el próximo año 138 euros, mientras que otro que gane 20.000 y tenga dos dispondrá en la cartera de 82 euros más. Un tercero con rendimientos por trabajo de 21.000 euros pagará 120 euros menos en impuestos, aunque las condiciones personales de cada contribuyente impiden establecer medias más allá de los ejemplos puntuales.
Y tras la defensa de las bondades de la reforma, el sustrato de la negociación. Montero defendió que Andalucía vivió este lunes “un día muy importante” en el que se “cumple la palabra” de Susana Díaz de recortar los impuestos, tal y como figuraba en su programa electoral.
También justificó que la reforma se produce ahora, cuando hace semanas se intuía difícil, porque se solapan dos condiciones: previsión de recuperación económica y apuntalamiento del Estado del Bienestar. “Hemos cuadrado el círculo”, aseguró.
Marín, sin embargo, se confesó “sorprendido” por la aceptación de la Junta de la “imposición” de Ciudadanos porque, aseguró, “al PSOE le cuesta bajar impuestos” y no confiaba en que aceptase sus exigencias. La victoria parcial de C’s en la rebaja del IRPF no garantiza sin embargo su apoyo a los Presupuestos para 2016. Marín recordó que existen otras “líneas rojas” en las que no piensan ceder antes de respaldar las cuentas públicas, entre las que enumeró la sanidad, más plazas de docentes en el sector de la educación, un impulso a la ley de dependencia o la eliminación de entes instrumentales de la Junta considerados ineficientes.