El Lunes de Oro relució menos de lo esperado, en parte por los cielos nubosos y la lluvia de la mañana, en en parte resultó intensa, presagiando lo peor. No obstante, poco a poco el cielo fue aclarando y los temores fueron disipándose.
Afligidos era la primera en salir a la calle y lo hacía diez minutos antes sobre las 17,30 horas, con objeto de cumplir su horario de entrada en la Carrera Oficial, toda vez que era este año la primera en pasar.
Brillante el cortejo de la hermandad en su discurrir y esfuerzo titánico el de la cuadrilla de Pepe ‘El Mellao’, que en tres trepás culminó con la calle Ancha desde la salida de la cofradía.
Por su parte, Medinaceli salía a la calle para hacer estación de penitencia en el convento de las Madres Capuchinas, con una novedosa imagen. No fue posible ver los dorados del nuevo paso el año pasado por la lluvia, y este año sumó al dorado de su frontal, también el trasero, sumando un exorno distinto con un monte de lirios morados, con el que la hermandad ha querido destacar el 25 aniversario de su carta de hermandad con las Madres Capuchinas.
La banda de cornetas y tambores Santísimo Cristo de la Columna, de Daimiel, de Ciudad Real, aportó un toque más austero al paso del Medinaceli en su discurrir, mientras que la Banda Sinfónica Municipal consumaba su segunda y última actuación en la Semana Santa isleña. El paso de palio, con rosas, caminó de forma elegante, con los dos pasos portados por la JCC.
El barrio de la Pastora pudo abrir su Semana Santa con la cofradía del Ecce-Homo, con los sones de la agrupación Isla de León. El imponente paso de misterio de la cofradía y el colorido de su cortejo, volvía a las calles isleñas tras un año de ausencia, al igual que la Virgen de la Salud. Y todo, con temor a la lluvia.
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