La dotación del buque escuela de la Armada Española, Juan Sebastián de Elcano al mando del capitán de navío Ignacio Paz García celebró en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando una ofrenda floral y el vertido de las aguas transportadas por el buque y recogidas de los océanos por los que navegó en su anterior viaje en el cenotafio que se encuentra en la parte trasera del altar.
De esta forma se homenajea a aquellos marinos cuyos cuerpos no pudieron ser rescatados y se perdieron en el mar.
Posteriormente se descubrió una lápida conmemorativa de Juan Sebastián de Elcano en el 500 aniversario de la primera circunnavegación del mundo que forma parte ya de los homenajes a los marinos ilustres cuyos restos o recordatorias se encuentran en el Panteón.
A las once de la mañana los oficiales, suboficiales y guardiasmarinas se trasladaron a la iglesia conventual del Carmen, donde fueron recibidos por el prior de los Carmelitas y por el hermano mayor de la hermandad.
Tras la bienvenida de los anfitriones, el comandante del buque recordó el viaje que espera, los buenos y los malos momentos que pasarán a merced de las condiciones de la mar y la leyenda que existe en la Escuela Naval de Marín sobre lo pronto que aprenden a rezar los que no saben hacerlo cuando se encuentran en la inmensidad del océano.
La hermandad entregó unos escapularios previamente bendecidos por el prior tras el besamanos a la Virgen del Carmen. La Salve Marinera precedió a la entrega de un recuerdo a los Carmelitas por parte del comandante del buque y a la foto de familia ante el altar de la Patrona de San Fernando y de la Marina Española.
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