El que bien pudo ser uno de los últimos trenes con destino a la permanencia una temporada más en División de Honor pasó, y el CD Rota no logró montarse porque lo hizo antes su rival. La UD Algaida estuvo más rápida, más acertada de cara a puerta o, sencillamente, corrió mayor fortuna, pero por un motivo u otro celebró hacerse con la única plaza de ese tren y picó su billete en el Antonio Pazos ‘Monago’ en la que se presentó desde el principio como una oportunidad ideal para hacerlo. Todo parecía acompañar al Rota: la asistencia de la afición, uno de los grandes reclamos del equipo desde hace varias temporadas atrás, no falló. Una marea de camisetas verdes inundó las gradas. También había conseguido recuperar a piezas importantes para la cita como Gómez, después de su ausencia la pasada jornada por sanción. Y, aun así, no pudo evitar caer ante una Algaida que demostró tener una calidad de plantilla infinitamente superior a la que podría indicar la tabla clasificatoria. Nombres reconocidos con una experiencia contrastada en categorías superiores como Álex Colorado, Brando o Adri Romero, entre otros, demostraron que, si acaso la Algaida se encuentra a estas alturas peleando con el agua al cuello por evitar un catastrófico descenso, es quizás a causa de un motivo físico, porque en talento individual se mostró como un equipo difícil de batir. Y ante eso, poco pudo hacer el Rota.
Manu Heredia, un ex del equipo verderón, resolvió el encuentro desde muy temprano, antes incluso de haberse cumplido los primeros diez minutos de juego, con un gol al que no pudo darle la vuelta el equipo de Pery. Lo intentó de muchas maneras, sobre todo a balón parado. Sergio Chino, una vez más, volvió a ser uno de los más destacados, pero cualquier esfuerzo depositado no fue suficiente para que mostrarse como claro candidato a la lucha por los puntos ante una Algaida que se hizo fuerte atrás, e incluso tuvo opciones de aumentar la distancia con un Rota volcado en busca de la épica.
Con una sensación de pesimismo planeando en el ambiente ante un tropiezo que bien ha podido ser definitivo, el pitido final hizo estallar las lágrimas. El Rota, ahora tambaleando al borde del precipicio, se deshizo sumido en la impotencia. Aun buscará revivir sus opciones de permanencia en la última jornada en casa del segundo clasificado, un Atlético Onubense que ya tiene los deberes hechos. Necesitará cumplir con una victoria en su viaje a tierras onubenses y mirar de reojo al encuentro que disputará el UP Viso y el Almodóvar del Río en la localidad sevillana porque, con la Algaida ya salvada, el último puesto de ascenso librará una batalla feroz a dos bandos, aunque el Pinzón onubense también buscará aferrarse a sus escasas posibilidades para hacer saltar la sorpresa y convertirlo en una cosa de tres. El Viso es el que dependerá de sí mismo, por lo que parte como el principal favorito para obtener ese último billete en la salvación. Lo tendrá complicado el Rota, aunque no imposible.
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