La comunidad educativa del colegio San José de Calasanz no para de llevarse sobresaltos debido a las imprudencias de conductores durante los horarios de entrada y salida de escolares al colegio. Según comunica la asociación Somos+, ya son varias las ocasiones en las que las familias, y el propio profesorado del centro, han sido testigos de situaciones “muy comprometidas” entre conductores de vehículos a motor y alumnado durante el horario de restricción de circulación de vehículos, no habiéndose llegado a producir atropellos “gracias a la rápida actuación de padres y madres o bien a los propios reflejos de las personas que van al volante, quienes en la gran mayoría desconocen la prohibición de circulación a pesar de las tres señales que restringen el movimiento de vehículos desde el comienzo de la calle Inmaculada Concepción”.
Tanto desde Somos+ como desde la propia AMPA destacan la “inoperancia de la Policía Local y la ineficiencia” de las medidas preventivas sobre la seguridad vial en la calle donde se congregan familias y alumnado durante la salida y entrada al colegio. Desde la asociación lamentan que “no es comprensible que, en una calle por la que se sabe que circulan vehículos a pesar de las restricciones, la Policía Local no tenga prácticamente presencia en la puerta del colegio durante los momentos críticos de entrada y salida del alumnado”. Como apuntan desde la asociación, en la mayoría de las ocasiones, “los agentes que acuden a supervisar y controlar que la salida y entrada del alumnado se realice con la mayor garantía de seguridad posible se quedan al comienzo de la calle, dirigiendo el tráfico en la Rotonda de las Manos, o bien al final de la calle sin moverse ni amonestar a quienes irrumpen en la calle con sus vehículos a motor”.
Las familias dicen que “no existen unos criterios comunes de actuación por parte de los agentes”. Como explican, “unas veces se limitan a colocar la valla al comienzo de la calle y se quedan en aquel lugar. Otras veces, cuando acuden en coche por ejemplo, o bien lo dejan al comienzo de la calle impidiendo el paso de vehículos, o bien lo aparcan al final de la misma en la calle Buenavista. Sin embargo, en muy pocas ocasiones, se puede ver a los agentes de la Policía Local caminando por la propia calzada advirtiendo a quienes van conduciendo, y en el caso de que lo hagan siempre al final les permiten la circulación con el peligro que ello conlleva si en algún momento un niño o una niña se aproxima o invade la calzada confiados en que el tráfico está cortado”, concluyen.
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