Acento andaluz

Quizás mañana sea tarde

Empiezo a pensar que ya es tarde y que ni siquiera vale ese vaticinio del poema de amor despechado que José Luis Perales -el cantautor hispano más versionado...

Publicado: 03/11/2019 ·
23:45
· Actualizado: 03/11/2019 · 23:45
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Autor

Fernando Pérez Monguió

Presentador de 'Acento Andaluz' en 7 Televisión y jefe de informativos de la Cadena SER Andalucía

Acento andaluz

Fernando Pérez Monguió analiza en este espacio la actualidad andaluza, con fibra progresista y corazón social

VISITAR BLOG

Empiezo a pensar que ya es tarde y que ni siquiera vale ese vaticinio del poema de amor despechado que José Luis Perales -el cantautor hispano más versionado en la historia de la música- convirtió en la desgarradora canción ‘Y, ¿cómo es él?’. Tras ver el debate en TVE el pasado viernes entre los siete portavoces de los principales partidos que obtuvieron representación en el Congreso de los Diputados el pasado 28 de abril -PSOE, PP, CS, Unidas Podemos, Vox, ERC y PNV-, me pregunté si quizás para mañana sea tarde.


Tarde para que nuestros políticos inoculen la máxima de que escuchar es intentar entender lo que te plantea el adversario; tarde para saber que después de una pregunta hay que dar una respuesta y no un circunloquio sin sentido; tarde para que los partidos empaticen aunque sea en un mínimo común denominador por el interés general de la ciudadanía; tarde para comprender que la agresividad, la radicalidad, calentar el ambiente y demonizar al contrario puede dar votos a corto plazo, pero rompe puentes para el entendimiento, dificulta la convivencia y nos aleja de soluciones necesarias.


Tarde para que el debate sea lo que tiene que ser: una confrontación de ideas, propuestas y análisis dispares desde el respeto, la educación y el buen tono; tarde para que los argumentarios dejen de imponerse siempre a los planteamientos razonados; tarde para que la naturalidad no sucumba ante la impostación, el engolamiento o el falso victimismo, y tarde para aceptar la discrepancia sin mofas, risas o descalificaciones.


Tarde también para dejar de usar esa táctica que cada día soporto menos porque está haciendo los debates insoportables, como es que muchos dirigentes interrumpan continuamente al adversario con pequeños empujoncitos a modo de pequeñas frases de marketing para romperle el hilo de discurso y que su mensaje no llegue con nitidez al ciudadano; tarde para que haya coherencia al dar consejos que para mí no tengo; tarde para que digan en público lo que te dicen en privado sobre muchos asuntos; tarde para dejar de escuchar funestas frases para la historia de España como “no me temblará el pulso”, “impondré mano dura” y similares de autoritarismo en blanco y negro de políticos -que se creen en posesión de la verdad absoluta- a los que, como dijo recientemente el maestro Miguel Ángel Aguilar, debería temblarles todo el cuerpo antes de tomar una decisión de calado.


En fin, quizás para mañana sea tarde porque seguramente ya hoy es tarde para que los políticos -unos con infinita más responsabilidad que otros- practiquen el noble ejercicio de la política y no la degraden por un puñado de votos sin importarle si con su comportamiento están hipotecando la convivencia de varias generaciones. 

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN