Presidente de un partido distinto del PSOE, en 40 años de democracia”. “Nueva época y nuevo futuro para Andalucía”. “La democracia es cambio y nadie puede tenerle miedo a la democracia”. “Han intentado dormir a Andalucía”. Y un canto excelso a la alternancia política, “como solución contra el abuso de poder” y “aunque en los últimos 40 años Andalucía ha progresado”, las críticas al conformismo y al clientelismo han sido terriblemente corrosivas. El epitafio ha sido la referencia al cambio que ha llegado y la certificación del fin del ciclo socialista.
Ha sido un discurso muy duro contra los socialistas el del candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno. El partido crispador ha hecho un alegato contra la crispación. Ha leído un discurso de frases cortas, de eslóganes bien articulados, de frases afortunadas, sin la ligazón de un discurso bien construido, pero efectista, aludiendo a la dignificación de la política y con mucha España. ¡Andalucía acaba de descubrir ayer que es española! Ha puesto el parche antes de que salga el grano: grandes reformas, empleo, rebajas fiscales a porrillo, programa “de consenso” en 100 medidas y que la oposición no rechiste que para ello ha tenido tantos años desde el gobierno. Que lo hubieran hecho y, por tanto, que callen.
Otro capítulo ha sido el sentimiento de vergüenza, que ha producido la corrupción. El partido, condenado por la corrupción, se pone al frente de la decencia, con la ley de protección de los denunciantes de la corrupción y la creación de una oficina contra la misma, recuperación de los dineros de los EREs y la FAFFE y anulación de los aforamientos.
El nuevo presidente se ha presentado como un hombre de la calle, como una persona normal, pero o él o sus colaboradores han goleado a la otra parte del gobierno, a Ciudadanos. Los temas troncales del gobierno –Presidencia, Hacienda, Fomento, Sanidad, Agricultura – han quedado en manos del PP. Lo de Familias es de opereta. Ha sido una negociación rara, en la que se ha sentido una cierta falta de pulso en Ciudadanos, aunque obtiene Educación, Economía y, sobre todo la Vicepresidencia para su líder Juan Marín, que tendrá que empeñarse en revalorizar su posición. El nuevo presidente ha despedido a Susana Díaz. Las mujeres estaban en la calle.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
