Es la segunda parte de los que pasó en Francia, tras el asesinato múltiple ocasionado por los terroristas en la sala Bataclán de París que se llevó por delante a decenas de personas que estaban disfrutando en un concierto. . El escritor AntoineLoiris sufrió la muerte de su mujer y se quedó solo con su hijo pequeño. El no quiso rendirse ante los terroristas. Quiso superarlos. "Sólo somos dos, mi hijo y yo. Pero somos más fuertes que todas las armas del mundo. Sólo tiene 17 meses pero comerá con placer como todos los días, jugaremos como siempre y su pequeña vida de niño será feliz y libre. Por tanto, no. No tendréis mi odio".
La madre de Gabriel, Patricia Ramírez, ha dado una lección de grandísima altura moral poniéndose por encima de la perversa, tóxica, cruel, torturadora y maligna mujer que ha asesinado –todavía presuntamente- a su hijo. Esos apelativos los recoge un catedrático barcelonés –Adolfo Tobeña- en un libro sobre las mentes predadoras y perversas, “Neurología de la maldad”. Es el caso de la terrible conmoción que ha traspasado España con un asesinato que ha hecho patente la maldad horrible de algunas personas, que conviven con normalidad entre los demás, sin levantar suspicacias ni temores, pero que encierran un oscuro interior que los lleva a realizar actos espantosos con una frialdad aterradora. No son cerebros patológicos dice el profesor son, en su gran mayoría, cerebros peculiares, no más.
Contra la rabia y a favor de las buenas personas, Patricia ha sido capaz de tener sangre en el corazón: "Si algo ha conseguido Gabriel es que estemos más unidos y que aprendamos a andar de nuevo, no sé cómo, pero vamos a andar de nuevo”. El amor quiere ganarle al odio.
No se va a acabar la maldad humana. Hay dirigentes que han acabado con miles o millones, convencidos de que lo hacían por una causa en la que creían. Hitler, Franco, Stalin, Mao creían eliminar a los rojos, comunistas, masones, capitalistas, judíos, gitanos, o a los enemigos del pueblo –según cada caso- en nombre de lo que entendían que era bueno para su ideología. En el caso que nos ocupa se trata de la maldad individual contra otras personas. Son los violadores, asesinos, torturadores que disfrutan con lo que hacen. La insensibilidad unida a la maldad.
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