Guía para aprender a sentirte bien
Porque están en su personalidad o por las circunstancias que les toca vivir en un momento determinado, hay personas que no se sienten bien consigo mismas. Habría que hacer con ellas un ejercicio de
empatía, algo alejado de calificarlas como tóxicas (un concepto muy de moda). También deben poner de su parte, claro está, así que estés en el lado que estés, unos consejos útiles nunca están de más.
1. Acepta tus circunstancias y saca partido de ellas
Hay personas que viven lamentándose por la situación que les ha tocado vivir, mientras le parecen mejores las de todos los que viven a su alrededor. Esa actitud no hace sino ahondar en su propia supuesta desgracia. Si la familia te ata al lugar al que vives y te impide vivir experiencias lejos, piensa en cuánto estarías pensando en ellos si te vas, en que realmente tampoco disfrutarías en esas circunstancias.
Piensa en lo importante que eres y en el bien que estás haciendo cuidando de esa persona enferma, por ejemplo.
En cuanto puedas, escápate aunque sea unos días, seguro que saboreas cada momento más que quien puede irse todos los fines de semana. Y, si no, invita a tus amigos a casa, engánchate a una serie, aprende manualidades y bricolaje en casa o comienza estudios a distancia.
2. Acéptate a ti mismo/a
Al ser como eres, eres diferente a los demás.
Empieza a verte como alguien único y especial, con defectos y virtudes, como todos los demás. Es una cuestión de actitud y de seguridad en uno mismo.
En ocasiones, son los detalles los que contribuyen a ganar en confianza, así que aprender a encontrarlos en tu día a día. Una mañana puede tratarse de hacerte un peinado diferente con un
secador de pelo. Y si no tienes un
secador de peluquería que te lo permita, puede tratarse de ponerte polvos en la cara o de de leer una motivadora cita que te dé energías para lo que resta de jornada.
También puede pasar por llevar algo nuevo, mejor si es cómodo. Algo que cumple con este último criterio y que nunca pasa de moda son las
menorquinas, como las
Abarcas. Sí,
comprar menorquinas es una opción que te recomendamos, especialmente en esta época del año.
3. Sé optimista
Lo de ser optimista también es cuestión de actitud, y ser optimista empieza por el punto 2, por aceptarse, por estar seguro de uno mismo.
El optimismo es la
propensión a ver las cosas en positivo, y eso tiene mucho que ver con la
psicología emocional. Precisamente para estimular favorablemente este último campo,
la actividad física y deportiva viene como anillo al dedo, así que ponte a ello. Puedes tirar de lo sencillo, en cuanto a económico y fácil, y salir a caminar durante al menos una hora cada día. O puedes elegir cualquier otra modalidad, entre las muchas que existen.
Así pues, no descartes apuntarte a patinaje sobre hielo, si lo tuyo son los deportes de invierno. Si tienes oportunidad, hazte con la
ropa snowboard adecuada y conquista la montaña. Ropa de snowboard que, por cierto, puedes encontrar de calidad y siguiendo la tendencia siguiendo el enlace anterior. La cuestión es, con ropa de snowboard o sin ella, darte movimiento.
4. Mens sana in corpore sano
El
equilibrio entre mente y cuerpo siempre es positivo, como acabamos de señalar. La mente, pues, estará sana gracias al ejercicio físico diario, a proveerse de nuevos conocimientos, a desarrollar la creatividad o a beneficiarse de las cálidas relaciones humanas.
Y como en nuestra mente
interfiere mucho la percepción que tengamos de nosotros mismos y de nuestro cuerpo, más vale ponerse a ello si el espejo nos devuelve una imagen que no nos gusta, sin obsesionarse.
Quemar grasas es fundamental para alcanzar el peso saludable (y volvemos aquí a la importancia de hacer deporte, para el cuerpo y para la mente). Opta por una dieta sana y, si te ayuda, por los complementos, como el
suplemento pure cambogia ultra que contiene
garcinia cambogia.
5. Persigue tus objetivos
Si te marcas
objetivos realistas y alcanzables, ya sea a corto, medio o largo plazo, siempre tendrás una motivación. Te aconsejamos, en todo caso, que sea lo que sea lo que emprendas te guste de verdad.
Igual de importante que ponerse objetivos es
darle la máxima importancia a los que ya has conseguido. Valora tu propio esfuerzo y no te subestimes nunca.
6. Relativiza las críticas
Con un poco de sentido común
es fácil saber cuándo una crítica es constructiva y viene de una voz amiga y cuando ésta es destructiva y viene propiciada por la envidia o por cualquier otro sentimiento negativo. Siempre has de tener claro que tu vida es tuya y que tú conoces tus circunstancias mejor que nadie, así que
quien se atreva a juzgarte que se ponga en tu piel.
Pasa mucho, sobre todo, en las ciudades y pueblos pequeños. Hablar van a hablar hagas lo que hagas, así que al menos que sea porque haces lo que quieres, sin miedo al “que dirán”. Recuerda que tienes que empezar por sentirte bien contigo mismo/a.
7. Pon pasión a lo que haces
Como decíamos en el punto 5,
cuando emprendas algo de forma voluntaria hazlo porque realmente te guste. Olvídate de modas, de que es lo que hacen tus amigos, de que creas que puede resultarte útil en el futuro próximo. Todo lo que hagas en la vida te va a servir mañana, te
aportará experiencias y sensaciones que contribuirán a tu “yo” interior. Poner pasión es disfrutar cada momento y desear aportar algo a los que te rodean, así como que la propia actividad y que los te rodea te aporten a ti.
Sí, puedes estar pensando que es fácil escribir consejos tipo sin conocer la situación real de quien está leyendo. Pero te aseguramos que funciona. En todo caso, si sientes que estás en un bache y te resulta difícil salir de él, no está de más que consultes con un organismo especializado o con un profesional de la materia. Mereces ser feliz.