Ronda

Ronda recibe en silencio y en la oscuridad al Cristo de la Sangre

Con la única luz de su trono y de la luna llena el Cristo de la Sangre recorrió las calles de Ronda, que apagaron las luces a su paso.

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  • CRISTO DE LA SANGRE -

Noche de luna llena y cielo estrellado para la salida del Cristo de la Sangre y Nuestra Señora del Mayor Dolor. A las 11 en punto como manda la tradición dos hermanos de la Hermandad se acercarón a la puerta de Santa María la Mayor para golpear la misma con el aldabón y pedir silencio.

Se abrieron las puertas del templo y tras la cruz de guía comenzaron a salir nazarenos y penitentes que portaban cruces y cadenas atadas a sus pies. En ese momento se descorrió el toldo y el trono del Silencio comenzo a moverse pero sin cambiar su posición.

La Plaza Duquesa de Parcent estaba llena de público que guardaba silencio y en la noche sólo se oían el arrastar de las cadenas sobre las piedras del pavimento.

Después de salir las diversas autoridades y cargos de la Hermandad portando las varas de mando, el Cristo dela Sangre comenzó a andar lentamente para acercarse a la cuesta de los antigüos juzgados.

Sobre el cielo una gran luna llena era la única luz que se divisaba. Tras el trono un sacerdote de color recitaba oraciones para rendir honor al Cristo de la Sangre y Nuestra Señora del Mayor Dolor.

Al poco tiempo la Plaza quedó vacía y la Hermandad se dirigió a hacer su Estación de Penitencia por las calles de Ronda.

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