Son un buen grupo de cajas, aún embaladas, que reposan de momento en un espacio de almacén de la Real Maestranza al que no podemos acceder con las cámaras. Unas cajas que atesoran el testimonio social, político y religioso de buena parte del siglo pasado y los inicios del presente; documentos que permiten explicar, en formatos más o menos modernos, cómo ha sido la sociedad rondeña en un momento histórico concreto, tal y como ocurre, por ejemplo, con algunos de esos muchos viejos archivos familiares que atesora la institución maestrante.
La Real Maestranza de Caballería de Ronda ha comprado el archivo de Cuso, tras que la familia del conocido fotógrafo Salvador Ordóñez, fallecido en mayo del año pasado, pusiera a la venta el material. Justo antes de la pasada Navidad se acabó concretando el acuerdo de venta, por el que la Maestranza ha comprado todos sus derechos: “Una de las prioridades de la Maestranza es recopilar todo tipo de fondos relacionados con Ronda. Cuando supimos de la intención de la familia por vender el archivo, contactamos con ellos”, explicó a este periódico Francisco Rosales, archivero de la institución.
“Cuso era un fotógrafo reportero, que estaba en todos los actos, así que el valor del archivo es reconocible. Todo ese material nos dará una imagen muy concreta de la Ronda de las últimas décadas”, afirma Rosales. Y el trabajo será ingente: “No existe organización ni inventario alguno, y el volumen del archivo es muy grande”. Existen miles de negativos, especialmente, pero también cientos de fotografías en papel.
Su conservación y documentación es un objetivo prioritario para la Maestranza: “En estos momentos estamos justamente terminando de describir y digitalizar el propio archivo fotográfico de la Maestranza. Cuando terminemos este proyecto, iniciaremos el proceso archivístico del archivo Cuso: su clasificación, su descripción documental y la digitalización tanto del papel como de los negativos”, precisó el archivero. Entretanto, sin embargo, el objetivo primero es buscar los elementos que permitan la correcta conservación de todos estos soportes: “La prioridad es mejorar la instalación de los negativos con los materiales que favorezcan su conservación”, indicó Francisco Rosales. Pero la Maestranza tiene previsto adquirir incluso el instrumental necesario para el tratamiento de esas imágenes, como una mesa de luz, necesaria para la catalogación de los miles de negativos de Cuso.
EL LEGADO
Este legado de Salvador Ordóñez estará a disposición de los investigadores y de quienes soliciten su consulta, como ocurre con el resto de documentos propiedad de la Real Maestranza. Rosales explicó que la institución preservará el nombre de Cuso, otorgando dicha denominación al archivo, algo que no es incompatible con la adquisición de todos los derechos de autoría y reproducción de sus fotografías.
El archivo de Cuso constituye, fundamentalmente, la crónica política, social, religiosa y cultural de Ronda de los últimos 70 años, si bien entre los fondos adquiridos por la Maestranza existe un número importante de imágenes de trabajos privados realizados por Cuso. El tratamiento de estos documentos permitirá también explicar los modos de vida contemporáneos en la ciudad de Ronda.
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