Después de vivir un
rifirrafe con su tía, Carmen Borrego, en el plató de 'Así es la vida', Alejandra Rubio atendía a la prensa en las puertas de Mediaset y les pedía que no la siguieran porque había quedado con amigas para desconectar de toda la
polémica que está habiendo por su romance con Carlo Costanzia.
Sin embargo, la joven
mintió. Quedó con Carlo en un conocido restaurante de la capital madrileña para disfrutar de una cena de lo más
íntima... eso sí, se han convertido en todos unos
profesionales: entraron por separado para no ser vistos e intentaron salir igual.
Los dos
tortolitos siguen consolidando su amor y lo hicieron con una
velada romántica que acabó en casa del actor. Tras horas en el restaurante, ambos pusieron rumbo - en un coche VTC- hasta la vivienda en la que duerme algunos días Carlo y entraron juntos para pasar una noche más exprimiendo su amor.
Protagonistas de la crónica social en las últimas semanas, Alejandra y Carlo parece que siguen adelante con su historia de amor que se
consolida con el pasado de los días. Completamente ajenos a todo lo que se está diciendo sobre ellos, en concreto sobre el pasado del hijo de Mar Flores y la actitud que tuvo con su expareja, ambos han decidido disfrutar al máximo de esta
etapa inicial en su relación en la que ya han tenido varias quedadas.
Sin lugar a dudas, los dos jóvenes están dispuestos a seguir adelante con su relación a pesar de que muchos no están de acuerdo y quedándose al
margen de los rumores que apuntan a que Terelu no estaría contenta con esta nueva relación de su hija, aunque prefiere mantenerse al margen.