El amor por la naturaleza llevó a Sonia Duarte y a su pareja a reinventarse, por lo que decidieron montar un negocio familiar relacionado con la apicultura. El próximo año cumplen una década elaborando diferentes tipos de miel y polen, productos 100% naturales que comercializan bajo el nombre Miel de la Serranía de Ronda ‘Las Abejas’. Para ello, día a día miman a estos insectos que conforman las alrededor de 300 colmenas que poseen distribuidas por terrenos de Ronda y su Comarca.

¿Desde cuándo lleva dedicándose a la apicultura?

-Comenzamos en el año 2015 junto a mi pareja. Podemos decir que empezamos desde cero con 25 colmenas, decidimos formarnos en el tema de la apicultura y vimos que nos gustaba mucho. Esta labor, además de interesante, no es fácil. Es complicado tener colmenas y mantenerlas vivas en los tiempos en que estamos. Actualmente tenemos entre 250 a 300 colmenas porque ese número va variando. Todas las tenemos en la Serranía de Ronda, están repartidas por diferentes terrenos en la carretera de Ronda a El Burgo, en La Algaba, en el Puente de la Ventilla, en Igualeja para la miel de castaño, en el Turco y en Álora, por ejemplo, para la miel de azahar.

Deciden reinventarse, pero ¿cómo nace esta pasión?

-Mi formación no tiene mucho que ver con esto. Yo soy administrativo y he trabajado siempre en oficina. Sí es cierto que mi hobby siempre ha sido la naturaleza y pues de ahí que al tener la oportunidad de emprender, de reinventarnos, pues elegimos algo relacionado con la naturaleza.

¿Cómo es el trabajo diario de un apicultor?

-Trabajamos en el campo. Las colmenas son unas cajas que, cada una, representa a una pequeña sociedad. Estas son trashumantes, las vamos cambiando a donde haya floración para que ellas puedan tener abundante comida todo el tiempo y para sacar mieles de diferentes variedades. Este movimiento continuo depende del tiempo. Por ejemplo, en verano, se trabaja mucho lo que es la extracción desde primavera o incluso antes, dependiendo a qué cultivo la lleve. Y después, en invierno, pues se centran más las tareas en limpiar colmenas y maquinaria, toda la labor de preparación, esto es, más trabajo de taller.

“Estamos viviendo unos tiempos muy malos para la apicultura, a la varroa se ha unido el cambio climático estos últimos años”

Ya tienen un número considerable de colmenas. ¿Qué hacen con la miel que fabrican?

-Nosotros vendemos la miel, pasando de 150 colmenas se consideran apicultores profesionales. Sobre todo la vendemos mano a mano, venta directa y también en tiendas. Contamos con cinco tipos: de azahar, castaño, cilantro, retama y mil flores. Es cierto que a veces, cuando se puede, se vende al por mayor y digo cuando se puede porque, bueno, estos últimos años están siendo muy malos para la apicultura, se está sacando muy poca miel. Este año, por ejemplo, muchos apicultores ya no tienen ni una gota de miel a la fecha en la que estamos. Entonces este año yo no he vendido nada al por mayor, todo ha sido envasado y lo vendo a mis clientes. He decidido dejar esa miel ellos.

¿Desde cuándo se ha notado este bajón en la producción?

-El sector lleva viviendo muchos años complicado desde que en 2005 o 2006 se introdujo la varroa, el pequeño escarabajo de la colmena. Ahí empezó a complicarse el tema y ya especialmente hace dos años por el cambio de temperatura, por el calentamiento y por la sequía, de ahí que la producción de miel haya disminuido de dos años para acá muchísimo. La abeja es un insecto muy sensible a todo, hay muchos problemas que atacan a la abeja, pero el cambio climático ha sido el remate. Las flores florecen ahora en épocas muy extrañas y está todo muy complicado para la abeja.

“No se debe comprar en el supermecado nunca miel ya que no es 100% natural, hay que hacerlo a través del productor”

¿Cómo es el apoyo de las administraciones a este sector?

-Ayudas hay, pero son insuficientes. El problema añadido es la legislación de la apicultura, que además, al ser un sector que no es tan conocido se olvidan. Ahora quizá cambie, llevamos varios años tratando el etiquetado de la miel para que ponga no solo la procedencia de la miel, sino el porcentaje. ¿Qué quiero decir con esto? Hasta ahora tenías que poner miel procedente de la Unión Europea y de otros países, ahí entraba todo, podías meter lo que quieras aunque lleve un pequeño porcentaje de miel europea. Y bueno, nosotros que sabemos cómo va esto, comprar miel en el supermercado es lo que no se debe hacer nunca porque no es este producto natural. Mi consejo es comprar miel directamente a un productor que es miel pura. Por esa legislación se está metiendo muchísima miel de terceros países que son europea, que no tienen los controles que tenemos aquí y hacen sirope de todo. Los controles de la miel que entra de fuera es insuficiente y el etiquetado tiene muchas carencias.

Siguiendo lo que comenta, si algo se puede destacar de la miel es que es un producto 100% natural...

-Es como debería de ser, la miel no tiene ningún proceso externo. El apicultor la extrae de los cuadros, se quita la capa con la que las abejas tapan la miel para que esté en su punto óptimo y se envasa. Entonces, si sometes la miel, como se suele hacer industrialmente a una temperatura superior a 40, 45 grados estás quitándole muchas propiedades. Si cuando compras un tarro de miel, por ejemplo, lo vuelcas para abajo en invierno con el frío y no se te cae nada, se te ha cristalizado y esa es miel pura. La glucosa que lleva se cristaliza, pero si la metes en altas temperaturas, rompes los cristales y esa miel no se va a solidificar nunca. Esa no sería buena miel.También es verdad que hay mieles que cristalizan antes, otras después, hay algunas que hacen grumos de otro tipo, pero es todo lo contrario, hay mucho desconocimiento.

Para terminar, ¿qué podemos decir del otro superalimento de las abejas como es el polen?

-El polen que las abejas recolectan de las flores, esas bolitas que recogen con las patas, es un alimento muy interesante. Nosotros también lo recolectamos y tiene los 22 aminoácidos que el cuerpo humano es capaz de asimilar: propóleo, jalea real…