El color verde de la Esperanza inundó este Miércoles Santo las calles del barrio de San Cristóbal, que se volcó con los santos titulares de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús en la Columna y María Santísima de la Esperanza, que está cerca de cumplir 75 años de su fundación, desde que en 1949 un grupo de personas se reuniera con el deseo de ampliar el número de cofradías que realizaban estación de penitencia en la Semana Santa rondeña y fuera elegido como primer hermano mayor el insigne poeta Pedro Pérez-Clotet.
Son ya varias generaciones las que han pasado por esta hermandad, pasando el testigo de padres a hijos, que cuenta con una importante cantera de jóvenes cofrades que garantizan el relevo generacional.
Con viento de levante y el sonido de las campanas de la Iglesia de San Cristóbal como telón de fondo, el trono de Nuestro Padre Jesús en la Columna inició su salida del templo portado por sus hermanos horquilleros perfectamente ataviados con túnica blanca, botonadura, cinturón verde de terciopelo y pañoleta de terciopelo verde con escudo en el frontal sobre la cabeza, bajo la experta dirección de Antonio Vela, su capataz.
El misterio contaba con el acompañamiento musical de la Agrupación Virgen de Fátima de El Torno (Jerez de la Frontera) y de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Roda de Andalucía.
El trono de Nuestro Padre Jesús en la Columna inició su estación de penitencia al son de los ‘Vivas’ de un barrio volcado y escoltado por un largo cortejo verde y blanco.
Portado por los hermanos horquilleros, el trono de María Santísima de la Esperanza salió de su templo guiada por su capataz, Antonio Valiente, quien le dedicó la primera levantá a todo aquel “que tiene la suerte de ser padre”. “Gracias de corazón, cada uno de vosotros formáis el corazón de la Esperanza”, dijo. “Vamos a repartir esperanza por las calles de Ronda”.
Rodeada de flores blancas, bajo su palio, la Virgen portaba en su fajín la Cruz de Honor Fidelitas, la condecoración que Don Alonso Ros recibió del Ministerio de Defensa.
Acompañada por la Banda Municipal de Música, que tocó el Himno de Andalucía en la salida, la Virgen avanzó bajo una lluvia de pétalos blancos lanzados desde los balcones del barrio.
María Santísima de la Esperanza estuvo acompañada también por una treintena de mujeres de mantilla.
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