Este viernes 24 de junio se presenta el poemario ‘En un mundo anterior’, que devuelve al primer plano de la actualidad, si es que alguna vez lo ha abandonado, al escritor de Arcos de la Frontera Pedro Sevilla. Publicado en la editorial ‘Renacimiento’, el libro comienza con un guiño a la generación literaria de los cincuenta del siglo pasado y, en concreto, al grupo ‘Alcaraván’ con unos versos del poeta Antonio Luis Baena que dicen “Hubo un mundo anterior que tuvo flores”. Y es que el poemario de Pedro Sevilla es un claro homenaje a la memoria, a sus recuerdos infantiles y adolescentes que tan presentes tiene a sus ya 63 primaveras. Y como no podía ser otro modo, en su obra está presente Arcos, siempre Arcos… Hemos hablado con el poeta y amigo….
“Hubo un mundo anterior que tuvo flores”...
– Tomo esa cita porque este libro, como los demás míos, tienen gran componente de retorno a la infancia, a la adolescencia..., pero un retorno que no es una melancolía morbosa o de intento de recuperar un tiempo que no ha de volver, sino una melancolía gozosa, por resucitar un mundo que se vivió con sus luces y sombras pero que merece la pena salvar.
¿Es el pasado siempre más poético que la actualidad?
– La poesía es reelaboración de un tiempo pasado. El presente se escribe por sí solo. Nadie que vive un gran amor se dedica a escribirlo, sino a vivirlo. De ese gran amor se escribe cuando ha pasado o cuando ha dejado de ser amor. Pero la actualidad en sí no es poética, resulta así cuando pasa por el tamiz del tiempo y la memoria”. Reflejo en mi libro, insisto, una melancolía gozosa, con su dolor y su gloria porque al fin y al cabo la vida es lo único que se nos concede en esta tierra y que hay que asumir, ya digo, con sus partes buenas y malas. Francisco Brines, gran poeta levantino, decía que el dolor y la dicha conforman el sabor encendido de la vida; es decir, que la vida hay que asumirla con toda su carga. Ahí es donde está el valor y la grandeza del ser humano.
El libro se abre con esa partida de nacimiento que es una especie de declaración de identidad del autor...
– Creo que es un homenaje también a los registros civiles, esas dependencias pertenecientes a los juzgados. Allí está nuestra vida más íntima: nuestros nacimientos, los matrimonios y nuestras muertes. Es un testimonio escrito de nuestro paso por la tierra. Ese poema nació porque después de la muerte de un ser querido vienen las gestiones burocráticas y siempre hay que pedir un trámite. Ante una partida de defunción de mi madre, se me ocurrió el momento en que fue a inscribir en el juzgado a su hijo primogénito...
O un poema dedicado a una humilde matita de romero...
– Mi poesía es muy autobiográfica y tiene un gran componente de retorno a la infancia, no por volver a ser el niño que fui, sino por rememorar y recrear aquellas vivencias. La matita de romero es una clave que teníamos mi madre y yo en sus últimos tiempos. Yo notaba cuando la visitaba que cuando le daba una matita de romero se alegraba mucho de aquel gesto. Aquello me retrotraía a mi infancia cuando ella hacía lo mismo conmigo. Recuerdo una procesión de La Borriquita, cuando llegaba a San Francisco, en la que mi madre cogió del paso una matita de romero y me la refregó por la cara...
El libro está dedicado a Arantxa Azcúnaga, a una amiga con la que compartiste sobre todo vivencias políticas...
– Fue una persona entrañable, muy tierna. De cara hacia afuera podía tener ciertos rasgos ásperos, pero era un ser humano entrañable, cariñoso. La queríamos mucho no por afinidad política, sino porque nos ganó su sentido del deber, su amor por la cultura y la dignidad humana. El libro está dedicado a ella porque desgraciadamente se nos fue. El libro remarca que sigue viva entre nosotros y en nuestra memoria.
Este viernes es el gran día, se presenta el libro de la mano de otro poeta de Arcos, Abraham Guerrero, felizmente noticia por su reciente premio ‘El Ojo Crítico’ de Poesía de RNE...
– Le pedí que presentara mi libro. Es un gran poeta y un joven con proyección literaria y trayectoria impresionante. Le auguro buenos libros de poesía. A parte, es un ser entrañable, y basta con que sea poeta para que sea un hermano; si la poesía no sirve para hermanarnos, no sirve para nada. Le pedí que estuviera conmigo y así se será este viernes.
Gracias siempre Pedro, ha sido un placer.
– Gracias a vosotros. Creo que los arcenses debemos estar agradecidos por la información que tenemos a través del periódico, la radio y las televisiones locales. Una sociedad sin información es una sociedad muda. Siempre me quito el sombrero ante los periodistas locales....
Así termina esta agradable conversación en el patio del palacio del Mayorazgo en la que Pedro Sevilla nos recibe como en casa. Pero lo hace con unos versos suyos dedicados en su nuevo libro a nuestro añorado cine Imperial Cinema que no transcribimos para que compren el libro. Seguro que no se arrepentirán.
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