Mestre, nacido en Villafranca del Bierzo (León) en 1957, tras conocer la noticia ha señalado a Efe sentirse “contento”, pero ha querido aclarar que los premios “son fruto de la generosidad o de la equivocación”.
“Los premios carecen de importancia, sobre todo cuando pienso en tantos amigos cuya obra está a años luz de la propia y que se han ido al paraíso de la utopía sin reconocimientos, como José Miguel Ullán, Rafael Estrada o Antonio Pereira, por citar solo a algunos”, ha precisado el autor de La poesía ha caído en desgracia, con el que obtuvo en 1992 el premio Jaime Gil de Biedma, y de La tumba de Keaps, premio Jaén de poesía.
Este premio, dotado con 20.000 euros, se concede a la mejor obra de poesía publicada en España en 2008, ya sea en castellano o en algunas de las otras lenguas cooficiales.
Publicada por Calambur, La casa roja, “sin abandonar la raíz permanente de la mitología personal de Mestre, interroga a los más reveladores derroteros del pensamiento poético contemporáneo, en un diálogo crítico y ético apasionante”, según afirma Javier Bello en la solapa del libro.
Para Mestre, a pesar de la imposibilidad de definir La casa roja, porque la poesía “es como conocer algo de lo que no tenemos conciencia, y explorar en un libro propio es rayano con exploraciones o vanidades de delirio que no van conmigo, porque yo no he construido ningún discurso de autoridad artística”, el libro “es sólo una casa de huéspedes”.
“He escrito un libro –aclara– donde los expoliados de la razón, las voces que habitan en los márgenes, las voces silenciadas, los perdedores, los soñadores o los que han hecho de la imaginación el barco de la palabra tienen un lugar donde encontrarse en este acto de delicadeza humana que es la poesía”.
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