Finales de julio es, pese al ruido por todo, momento de silencio, ese mismo que acompaña al pensamiento cuando hace balance, al cierre de una maleta que parte, a una huella en la arena o a un beso en penumbra. Este jardín pliega verja con chirrido metálico incluido para que la maleza brote libre durante agosto, los insectos campen a sus anchas, arácnidos tejan, roedores circulen y reptiles en general disfruten de la noche. Un jardín sin poda es como la selva, bello y salvaje, pero llegará pronto septiembre y con él desbroce y poda ante un otoño caliente; tal vez todo el calor que le falta a este verano se concentre después y veremos si la alta temperatura quema a quien pille a destiempo sin la protección necesaria.
Cazados. El problema de ser político profesional es el sueldo, en resumen. Hay políticos que vienen de una profesión que aparcan para dedicarse a la vida pública y a la que siempre pueden volver, caso de Rajoy como registrador de la propiedad ahora en la Castellana donde seguramente ganará bastante más que como presidente del Gobierno, y otros muchos que no tienen a dónde, ante lo cual la pelea orgánica intensa es por mantener el puesto de trabajo cómodo del que han disfrutado, en algunos casos, durante décadas. E ahí la clave del ensañamiento en todas las guerras internas.
Mientras que el PSOE tiene oficio acuchillándose con cierto orden, el PP no. Casado ha cazado a Arenas y como Arya Stark en Juego de Tronos a Meñique, de corte limpio y certero, le ha dado acero al sacarle de la dirección nacional tras 28 años consecutivos y, también, al cesarle como secretario del grupo parlamentario del Senado y dejará por ello de cobrar complemento salarial. Para completar la jugada pone en su puesto a José Ortiz, alcalde de Vejer y gran valedor de Casado tanto en Andalucía como en la provincia de Cádiz, donde como secretario del grupo del PP en el Senado pasa a ser jefe de Arenas y de otros senadores gaditanos como Landaluce, Sanz o Pelayo, que a última hora ha sido incorporada como secretaria de Cultura y Deporte gracias a la cuota de Cospedal. María Dolores se está cobrando el apoyo que ha logrado Casado en Andalucía y que ha sido clave para que ganase y lo hace finiquitando a Arenas, ubicando a José Antonio Nieto como nuevo secretario Electoral y posicionándole, junto a Esperanza Oña, en la carrera de un relevo a Juanma Moreno que ya ha comenzado.
A nivel interno nadie duda que en Andalucía va a haber cambios notables en los próximos meses. Por solo una cuestión de calendario el PP no va a cambiar ya de candidato porque todo el mundo entiende que la presidente Díaz convocará elecciones para otoño, de hecho las cábalas debaten sobre qué domingo de octubre o noviembre será. Al PSOE le viene bien medirse con un PP tan debilitado como el andaluz y que, además, ha pinchado en su apuesta por Soraya. La cuestión por tanto no es qué sino cuándo y, también, quién será el sustituto, si Nieto o Oña o si ambos concurrirán a unas primarias que por estatutos deben celebrarse y que han demostrado a nivel interno provocar una fuga de sangre desmedida.
Tras el previsible relevo andaluz vendrán las provincias y ahí el sorayismo aguarda inquieto. En Málaga todos apuntan a Elías Bedodo, muy activo por Soraya y en una situación delicada en esta provincia por su abierto enfrentamiento con el alcalde, Paco de la Torre, con otros alcaldes y, claro está, con esperanza Oña. Bendodo quiso ser alcalde de Málaga, no pudo y ahora además es el responsable electoral de Juanma Moreno y, previsible es, del mal resultado que éste coseche en otoño, donde incluso Ciudadanos puede pasarle y relegar al PP a tercera fuerza. La única esperanza, y no de Oña, es reducir la caída y conseguir sumar con la formación naranja para quitarle el gobierno al PSOE-A, pero las cuentas a día de hoy no salen y mucho tendría que ascender la marca de aquí a entonces.
Aunque en Sevilla y Huelva también ha habido una representación importante del sorayismo, la otra provincia es Cádiz. Antonio Sanz se ha batido a pecho descubierto porque sabía que se la jugaba, de hecho cuentan que es otro claro objetivo para el acero de Cospedal y el nombramiento de Ortiz en el Senado es solo el primer aviso. A día de hoy no parece fácil que Sanz pueda mantener la presidencia provincial porque enfrente tiene a Ortiz, Loaiza, Candón, todo el mundo sabe que Landaluce es un verso suelto, que Teófila tampoco se va a batir el cobre más allá de lo justo, Pelayo está con él pero más con Cospedal y podría optar al cargo si se tercia y Saldaña siempre irá tras su Pepa -fastidiado está porque a última hora le metieron en la junta directiva nacional de Soraya y, por tanto, le señalaron en la lista de los que luego perdieron...-. Sanz, parece, pactó con Pelayo la presidencia provincial a cambio de su apoyo a Soraya porque él, de ganar, sería vice secretario nacional, en cambio ahora debe atrincherarse en Cádiz y es probable que encabece las listas al parlamento para las próximas autonómicas y así se garantice unos años hasta ver qué pasa.
Lo importante de la política profesional es ganar, pero lo es tanto o más conseguir si se pierde el espacio suficiente para permanecer activo hasta que se dé otra circunstancia para luchar de nuevo por ganar. De hecho lo dijo Arenas en el Ave cuando espetó que Casado "puede durar lo mismo que Hernández Mancha" y en eso está el arenismo, confiar que prospere lo del máster de Casado o que, en su caso, haya adelanto electoral de las generales a finales de este año para que el nuevo presidente popular se de tal tortazo que propicie un posterior congreso y ellos logren volver a coger unas riendas que tenían cerca y ahora han perdido. Bastante improbable porque el PP ha dado un giro hacia su renovación, que no significa solo poner caras jóvenes sino, sobre todo, caras nuevas. Parece difícil recuperar lo que has perdido con la misma gente que lo perdió y esto no pasa solo en el PP, de hecho el partido que inventó la figura del político profesional fue el PSOE. Pese a que a la gente le aburre ver siempre a los mismos.
La línea. Está en el horizonte y divide el azul del mar del más claro del cielo. Cuando el sol al anochecer la cruza, a veces, suelta un último rayo verde en una estampa única que resume lo pequeño que es casi todo comparado a eso. Y es que agosto suena a silencio; el del pensamiento a solas que sereno concluye que la razón no se tiene en propiedad, el de la cremallera de una maleta que cierra con destino a otra parte, el de una pisada que deja huella sobre arena húmeda de playa de Cádiz, provincia, mi horizonte fijo, o el de un beso dulce en penumbra que acelera intenciones. Que no falten. Buen verano.
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