Fue hace un año cuando Stieg Larsson y su primera parte de la trilogía Millenium Los hombres que no amaban a las mujeres irrumpieron en España. Dos años antes, lo habían descubierto en Francia e Italia, donde llevan tiempo traduciendo literatura nórdica con éxito de venta.
A España ha tardado más en llegar debido en gran parte a la escasez de traductores, aunque Diego Moreno, editor de Nórdica, una de las siete editoriales independiente que agrupa la Asociación Contexto, no duda del éxito y la importancia que adquirirán en uno o dos años los escritores de los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Suecia, Islandia, y Noruega).
“Es una de las mejores literaturas del mundo, es amena y a la vez muy interesante porque habla de problemas sociales y sentimientos profundos de forma asequible”, explica a Efe Moreno, quien asegura que gracias al empuje de Stieg Larsson y Henning Mankell, ambos suecos y escritores de novela negra, los lectores están comenzando a a dar el salto al resto de géneros.
Precisamente, es el modelo desarrollado de la sociedad nórdica no exenta de conflictos como el del maltrato a la mujer lo que, en opinión de Moreno, más llama la atención al lector.
“Son países que admiramos pero gracias a su literatura descubrimos problemas comunes a los nuestros”.
Uno de los datos que mejor atestigua este boom nórdico es el número de títulos. Hace apenas dos años, se contaba con los dedos de una mano los libros de cada uno de estos países; “Hoy se ha multiplicado por diez”, señala a Moreno, que sitúa en los años sesenta el inicio del fenómenos de esta literatura.
Entonces se publicaba mucho pero con poco éxito porque las ediciones no eran muy buenas hasta principios de los noventa cuando el noruego Jostein Gaarden con El mundo de Sofía y los primeros casos del inspector sueco Kurt Wallander de Mankell revolucionaron la literatura nórdica en España.
“Ahora hay una tercera oleada”, dice Moreno, y esa parece ser de la que no se ha bajado Mankell pero a cuya cresta se ha subido como ninguno Larsson en compañía del islandés Arnaldur Indridason que con La mujer de verde ha vendido en una semana de feria más de cien ejemplares solo en la caseta que la edita en castellano, RBA, según cuenta a Efe Ester Romero, una de las comerciales.
También en RBA triunfa el matrimonio sueco de Maj Sjöwall y Per Wahlöö, verdaderos inspiradores de la novela negra escandinava en los años sesenta y que este año despuntan en la Feria del Libro de Madrid con la serie de su inspector de policía Martin Beck.
A partir del éxito de Larsson, las editoriales han apostado abiertamente por los nórdicos, sobre todo de novela negra: Camilla Lamberg, Jens Lapidus, Asa Larsson o John Ajvide Linqvist pueden verse en muchas casetas.
Ajenos a lo criminal pero impulsados gracias a ello, “el lector se está enamorando de otros escritores de primer nivel”, afirma Moreno.
Como “imprescindibles”, el finlandés Arto Pasilina, el noruego Kjell Askildsen o Sjon, quizá el escritor más importante de las letras islandesas actuales.
De éste último, El zorro ártico y una selección de relatos de escritoras nórdicas actuales con el título Mujeres de los Fiordos, son dos de los libros que están teniendo más éxito en la caseta de Nórdica donde recomiendan las Cartas finlandesas de Ángel Ganivet para adentrarse en el paradigma de la sociedad nórdica.
Entre las escritoras femeninas se ha abierto un hueco en las ventas de esta feria El Festín de Babette de la danesa Dinesen.
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